Un barco de arrastre de Dénia ha capturado el primer ejemplar visto hasta ahora en la costa valenciana de «Lagocephalus sceleratus», un pez tóxico y que ha entrado en el Mediterráneo por el canal de Suez (proviene del Índico). Hasta ahora sí se tenía constancia de su presencia en el Mediterráneo oriental. La Dirección General de Ordenación Pesquera (depende del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente) ha activado las alertas.
El arrastrero dianense pescó el ejemplar el pasado 31 de julio. Nadie en el Pòsit se atrevía a asegurar qué era. Varios marineros sí aventuraron que podría tratarse de un pez globo. No andaban muy desencaminados. El pez globo pertenece a la misma familia, la de los Tetraodontidae y también es tóxico.
La cofradía de Dénia envió el ejemplar a la Universidad de Alicante. Siguió el protocolo habitual cuando alguna barca atrapa en sus redes un pez raro. Dos meses y medio después, el director general de Ordenación Pesquera, Carlos Larrañaga, ha enviado un oficio en el que insta a tomar «las medidas oportunas para evitar que esta especie, dada su toxicidad, se introduzca en la cadena de comercialización». Los destinatarios del oficio son los directores generales, secretarios y viceconsejeros de Pesca de las comunidades autónomas. El escrito, con registro de salida de 15 de octubre, también ha llegado al Pòsit de Dénia.
Neurotoxina paralizante
El director de Ordenación Pesquera detalla que el pez contiene tetrodotoxina, una potente neurotoxina «paralizante del sistema nervioso que constituye un peligro si se consume». Precisa que el Instituto Español Oceanográfico ha informado de que el «Lagocephalus sceleratus» ha entrado en el Mediterráneo oriental y está desplazando a poblaciones pelágicas autóctonas.
La captura de Dénia, sostiene este responsable del Ministerio, es la «primera incidencia en nuestras costas» y puede tratarse de «un caso aislado». «Pero no podemos descartar que sea el primero de otros muchos que puedan venir después», advierte.
El oficio también insta a avisar «con la mayor brevedad posible» a la Secretaría General de Pesca si se produce otro hallazgo de este pez. En ese caso, el Ministerio avisará al Instituto Oceanográfico para establecer un seguimiento de la especie en aguas españolas y vigilar su posible expansión.
Así pues, la captura del arrastrero de Dénia puede ser el primer atisbo de que este pez venenoso empieza a moverse a sus anchas por el Mediterráneo.
