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Dénia

La lonja de cristal

La rehabilitación del edificio lo dotará de un techo traslúcido que recreará las redes de los pescadores

La lonja de cristal

La memoria es la clave. La antigua lonja de Dénia, que ahora se cae a trozos, corría el peligro de perder su identidad. El gobierno local (ahora el PP en minoría) quiere convertirla en la nueva oficina de turismo. Antes, eso sí, deberá llegar la subvención de 991.403 euros del Plan Confianza que permitirá rehabilitar un edificio que lleva años cerrado y es una ruina. El nuevo uso no se avenía muy bien con el original de lonja del pescado. Sin embargo, los arquitectos que han efectuado el proyecto de restauración (Beatriz García y Enrique Chapa, de QBarquitectos) han dado con la solución. Echan mano de la memoria. Los visitantes de la «nueva» lonja alzarán la vista y descubrirán que están en un edificio emblemático del puerto de Dénia. La visión de las redes les retrotraerá a ese tiempo en el que la dársena bullía de actividad pesquera.

La rehabilitación dotará al edificio de un tejado de cristal. Será traslúcido, pues estará «tamizado» (la expresión es de Beatriz García) por mallas que evocan las redes de pesca. Recreará el efecto de las redes extendidas sobre el muelle. Esa obra de la cubierta tendrá su complicación. Habrá que quitar la actual cubierta de uralita. El tejado de vidrio se iluminará por la noche. El proyecto prevé consolidar las fachadas de la antigua lonja. El interior será diáfano y acogerá exposiciones y conciertos.

Mientras, el suelo también remitirá a la tradición. Estará «manchado» de los colores que dejaban en el piso las cajas de pescado. Los arquitectos han bautizado esta rehabilitación con el explícito nombre de "redes".

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