Si los cazadores de brotes verdes quieren dar con una prueba inequívoca de que la crisis empieza a quedar atrás, no tienen más que mirar a Dénia. El urbanismo se despereza. Y, como en los viejos tiempos, es capaz de remover ayuntamientos y destrozar pactos de gobierno.

Los dos concejales de Centre Unificat (CU), Pepa Font y Juan Carlos Signes, por fin, dieron ayer la cara. La alcaldesa, la popular Ana Kringe, los destituyó el viernes. Los llamó por teléfono para comunicarles que el pacto estaba roto. Pepa Font, que, entre otras delegaciones, había ocupado la de Urbanismo, manifestó ayer que lo destacable no es que «el PP haya decidido gobernar en minoría, sino que opta por gobernar para una minoría, para los de siempre».

Font y Signes revelaron lo que era un secreto a voces. Las discrepancias urbanísticas han dinamitado el pacto. Pero fueron un paso más allá. Aseguraron que el PP se ha plegado a los intereses de los «lobbies»urbanísticos. Font, que es la líder de CU, afirmó que el plan especial de al Ronda Perimetral, que el PP envió a la conselleria de matute y sin ni siquiera informar a sus entonces socios de gobierno, contiene «irregularidades». Deslizó que hay tramos en los que se supera la edificabilidad permitida. Y concluyó que el proyecto esconde interés urbanísticos próximos al PP.

Ese plan especial se aviene mal con el nuevo PGOU que debía resolver la provisionalidad urbanística en la que vive la ciudad desde hace años. La líder de CU aseguró que el Plan General removía el modelo económico de Dénia. Apostaba por el turismo, la implantación de nuevos hoteles y los servicios. «Pero el PP ha pensado que era un Plan General que perjudicaba a algunos y ha decidido primar otros intereses, los de los lobbies urbanísticos», insistió la edil.

Con todo, Font afirmó que el nuevo PGOU es «muy ambicioso y valiente». «Incluía una reducción drástica de la segunda residencia», apuntó, y también subrayó que preservaba los valores naturales y paisajísticos de les Rotes, que es «nuestra joya turística».

Los dos ediles de CU también achacaron la ruptura del pacto al «miedo» del PP a que sus socios brillaran más. La exedil de Urbanismo, que también ocupaba Turismo y Cultura, dijo que ella y Signes eran «el motor» del gobierno local. «Hemos hecho un buen trabajo que ahora se quieren arrogar», denunció. «Han visto que les comíamos terreno y se han asustado».

Font puso como ejemplo de ese interés por acaparar a partir de ahora todas las fotos que la alcaldesa, ya en calidad de edil de Turismo, acudiera el lunes al acto con los chefs que apoyan la candidatura de Dénia ante la UNESCO a ciudad creativa de la gastronomía.

Los dos ediles coincidieron en que Ana Kringe les retiró las competencias muy «a su estilo de usar y tirar». Signes lamentó que al romper el pacto el PP aboca a Dénia a ocho meses, que son los que faltan hasta las elecciones, de refriega política. Font, sin embargo, ya vaticinó que algún grupo de la oposición le hará un guiño a los populares. «A partir de ahora un partido votará mucho que sí y otro se abstendrá también mucho», dijo. Se refería a que el PP hará buenas migas con la edil de Ciudadanos y no encontrará muchas trabas en Compromís.

La líder de CU, que ha gobernado con el PP desde que en 2008, aliados con un tránsfuga socialista, presentaron la moción de censura que tumbó a Paqui Viciano, del PSPV, e hizo alcaldesa a Ana Kringe, sostuvo que Dénia necesita de «un vuelco electoral». Dejó claro que su partido se volverá a presentar. No descartó pactar de nuevo con los populares, pero sí sentenció que hacerlo con Kringe «será muy complicado».