Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un águila harris que llevaba dos días perdida aparece en una casa de Dénia

La rapaz se extravió en la zona del puerto deportivo cuando volaba vigilada por su dueño

Un águila harris que llevaba dos días perdida aparece en una casa de Dénia j. v. m

Que «Pablo» aparezca en tu casa de improvisto y a las diez de la noche puede no suponer un problema. Pero la cosa cambia si «Pablo» es un águila harris macho, de medio metro de alto, 1,20 metros de envergadura, garras capaces de atrapar a una liebre y un pico corto, duro y corvo del que salen poderosos y continuados graznidos de ¿miedo? ¿hambre?

Eso exactamente fue lo que le sucedió a Óscar, un vecino del barrio de Baix la Mar, en Dénia, quien estaba en su terraza por la noche cuando escuchó un fuerte ruido. Al principio no pudo determinar el origen, pero pronto un graznido lo puso en alerta: tenía un águila en su casa.

Ante la duda sobre la peligrosidad del animal, volvió al interior de la vivienda, cerró las puertas, y observó atónito cómo la rapaz se paseaba libremente por la terraza. Cuando llamó a la Policía Local, los agentes le explicaron que en realidad estaba de enhorabuena: había encontrado a «Pablo».

La búsqueda

El águila pertenece a Miguel, un joven que vive en Madrid, aunque pasa largas temporadas en Dénia. Posee dos ejemplares de estas rapaces, un macho y una hembra, que responde al nombre de «Gitana» y que si bien es más callada que su compañero, también es más corpulenta e impresiona más a primera vista. Todas las mañanas Miguel las saca a volar por el entorno del puerto sin que exista ningún peligro para las personas ni para las mascotas, explica el joven, que añade que «si los pájaros estuviesen entrenados para cazar sería otra historia; cualquier perro pequeño o cualquier gato podría tener problemas, pero las alimento yo mismo».

A principios de semana, una de las águilas se extravió y acabó en lo alto del mástil de un velero del puerto deportivo. Para cuando Miguel consiguió acceder al pantalán, ya había volado. Son animales que cuentan con chip y control de anillado, así que avisó inmediatamente al Seprona, a la Guardia Civil y a la Policía Local. Y en los días de incertidumbre que siguieron a la pérdida, recibió algunas llamadas que aseguraban haber visto al ave en la zona del Montgó.

Sin embargo, ya casi la daba por perdida, hasta que por fin el pasado miércoles, la llamada de Óscar a la Policía le permitió dar con su águila. Miguel da una explicación comprensible: «acabábamos de llegar de Madrid en coche y el pájaro no aguantaba más».

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats