El Consistorio de Pego está viviendo con la Conselleria de Educación una situación como mínimo extraña: hace tres años que le pide poder utilizar un edificio que, en realidad, es suyo. Y hace tres años que no obtiene respuesta.

En 2011, la Conselleria construyó un nuevo instituto para la localidad, quedando así abandonados los dos módulos del antiguo centro de secundaria. En todo este tiempo el órgano autonómico no ha practicado ninguna intervención en los inmuebles. De hecho, ni siquiera ha realizado las labores de mantenimiento. Pero tampoco permite que el ayuntamiento lo utilice.

Sucede que ahora Pego ha encontrado la prueba en el registro de la propiedad de que una parte del edificio es suyo. Sobre el solar municipal se construyó una primera fase en los años 60 a cargo del pueblo. Más tarde, sobre terrenos también cedidos por Pego, la conselleria levantó el segundo módulo.

Lo que quiere ahora el ayuntamiento es poder utilizar el que es suyo en papeles y conseguir la cesión de uso del segundo. Para ello, el pasado 7 de julio se acordó en el pleno dar un ultimátum a conselleria: si no recibían respuesta a la petición, pasarían a abrir la puerta y hacerse cargo del inmueble por su cuenta. Tampoco esta vez hubo respuesta.

Centro para las asociaciones

Una vez que el antiguo instituto quedó en desuso, se hizo un informe por parte de la inspección de educación que determinó que el edificio no hacía falta para las infraestructuras educativas del pueblo. A partir de aquí, la edil de Educació de Pego, Alícia Síscar, entiende que «si a la conselleria no le hace ninguna falta ni tienen ningún plan con él, y además es nuestro, lo lógico sería que nos lo cediesen».

El ayuntamiento tiene previsto, una vez recupere la titularidad a todos los efectos, crear un centro para las diferentes asociaciones culturales de Pego. Hay incluso una partida de 30.000 euros consignada para la rehabilitación.

Síscar teme que dada la demora en la respuesta, para cuando se vayan a acometer las obras ese dinero sea insuficiente dado el deterioro del centro.

De todos modos, pese a no haber recibido respuesta por ningún cauce y a que la última reunión la mantuvieron antes de que María José Catalá se pusiera al frente de Educación, desde el ayuntamiento manifiestan que prefieren llegar a una solución consensuada.