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Un puerto de pasarela en Dénia

La naviera Baleària invierte otros tres millones en la rampa de embarque y prepara la llegada de cruceros. Ahora construirá junto a la calle Campos una estación marítima para barcos turísticos

La empresa Baleària ha tomado el timón del puerto de Dénia. Y la conselleria de Infraestructuras, que hace un par de años vio como la naviera la sacaba del atolladero de acabar la entonces empantanada estación marítima, lo celebra. La consellera Isabel Bonig destacó ayer que el puerto de Dénia es un ejemplo de colaboración público-privada. También subrayó que la dársena en dos años «se ha transformado radicalmente».

Tras esa transformación está Baleària. Su presidente, Adolfo Utor, afirmó que «los ritmos de la empresa privada no son los mismos que los de la administración. Y se producen algunas arritmias inevitables».

La consellera, Utor y la alcaldesa de Dénia, Ana Kringe, inauguraron ayer la pasarela de embarque. La empresa -quién si no- ha invertido tres millones de euros en construir esta larguísima rampa que lleva a los pasajeros (320.000 en 2013) desde la estación marítima a los buques. El presidente de Baleària despejó dudas sobre la estética de la pasarela. «Es la más bonita de España y quizás también del mundo», aseveró.

La compañía, desde que logró la concesión de 25 años para explotar la estación marítima, lleva gastados en el puerto 11,5 millones y prevé llegar, en total, a una inversión de 22,5 millones. «Creo que en 25 años sí vamos a amortizar esa inversión», auguró Utor, que dejó caer que la concesión podría ampliarse a 30 años. Proclamó que el puerto de Dénia es el «motor económico de la comarca» e incidió en que genera 300 puestos de trabajo directos.

Hasta bodas y actos falleros

Para recuperar los 22,5 millones hay que remar mucho. La empresa confía, por supuesto, en que el transporte de pasajeros y carga con las Baleares vaya a más. Pero también explora «actividades complementarias».

La terminal marítima, bautizada como Baleària Port, ofrece restauración y ocio. Su terraza se acristalará ahora para acoger actos de todo tipo. «Seis o siete fallas ya quieren venir a hacer aquí su presentación», desveló Utor, que no tuvo reparos en reconocer que este espacio está también abierto a «bodas y eventos». «De alguna manera tenemos que amortizar la inversión».

Sin embargo, la apuesta más ambiciosa es la de convertir Dénia en puerto base de cruceros. «En nuestros ferrys ya estamos haciendo ensayos de lo que queremos para los cruceros. Pero es un proyecto a medio plazo, es decir, a dos o tres años». Esos cruceros serán para 500 ó 600 pasajeros de «clase media-alta» que busquen «gastronomía, cultura y medio ambiente». Mientras tanto, el puerto sigue su transformación. Ahora Baleària construirá una estación marítima de bahía en el viejo muelle, el que está a un paso del centro de la ciudad.

«Estará alineada con la calle Marqués de Campo», explicó Utor que, junto a la alcaldesa, subrayó que esa pequeña terminal estará integrada en la fachada marítima. Allí los turistas podrán embarcarse en travesías que no se alejarán más de dos millas mar adentro. Esos barcos turísticos (golondrinas) son otra vía de negocio. Está claro que Baleària marca el rumbo del puerto de Dénia.

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