El Ayuntamiento de Pedreguer, gobernado por PSPV, Bloc-Compromís y Aixa, ha aprobado todas las asignaturas, pero el Gobierno no le deja pasar curso. Cumple la ley de morosidad, ya que paga las facturas en menos de 30 días. Además, lleva a rajatabla el plan de saneamiento. De hecho, ha liquidado el presupuesto del pasado año con un superávit de 1,7 millones.

«Pero se produce la paradoja de que no podemos invertir ese superávit en mejorar la calidad de vida de nuestros ciudadanos», lamentó ayer el edil de Hacienda, Sergi Ferrús.

El concejal apuntó que las nuevas leyes aprobadas por el Gobierno y el Consell y «la modificación de la Constitución con el acuerdo de todos los partidos mayoritarios para que los bancos cobren antes que nadie» bloquean las inversiones. Pedreguer debe amortizar antes de invertir el préstamo de 1,3 millones que suscribió para pagar a los proveedores.