El sentimiento conquistó anoche el corazón de Calp. La imagen de «El Poderoso», de la Hermandad del Cristo de los Gitanos, procesionó por primera vez en un pueblo que vivió el acto con gran emoción, al tratarse de una cita diferente y atípica.

Los costaleros, tras meses de ensayos, portaron el trono con gran devoción y mucho esfuerzo por las estrechísimas calles del casco histórico. Una multitud de vecinos se agolpó en las calles ya que la expectación por ver la nueva talla traída de Sevilla hace tan solo unos días era máxima.

Las saetas rompieron el protocolo y estremecieron al público desde los balcones. Los vecinos que disfrutaban del paso premiaron a los cofrades con aplausos y vítores reconociendo su esfuerzo por añadir un paso más a la Semana Santa calpina, que en los últimos años no cesa de crecer. Incluso muchos curiosos quisieron inmortalizar el momento con sus teléfonos móviles entorpeciendo el camino pero nada empañó el sentimiento de esta nueva procesión.