La economía de la pasa se desmoronó en la Marina Alta antes de que la producción de este producto agrícola se industrializara. Sin embargo, sí se construyeron algunas máquinas que modernizaban los procesos de la pasa. El Museo Arqueológico y Etnográfico Soler Blasco de Xàbia se ha hecho ahora con uno de estos ingenios.

Lo ha donado la empresa Agrogata, S. L, heredera de CAS (Cooperativas Agrícolas Sindicales) y fundada en 1960. La máquina, que es de principios del siglo XX y se utilizó para seleccionar la pasa, está construida con hierro y madera y tiene una base de 294x180 centímetros y una altura de tres metros. Es de las últimas cribadoras mecánicas que se conservan en la Marina Alta y se fabricó con los talleres Borrell de Dénia. También se utilizaba para arrancar las raspas de los racimos. Contaba con un motor eléctrico, que originariamente pudo ser de vapor. Producía un movimiento giratorio mediante correas y ruedas de madera que zarandeaba la pasa y la cribaba.

El museo limpiará y reparará la máquina y la incluirá en le conjunto etnográfico sobre la pasa que quiere exponer en el riurau de los Català o de Arnauda, situado en el parque Montaner. La cribadora es uno de los últimos vestigios de la frustrada industrialización de la pasa. La época dorada del comercio de este producto agrícola ya había pasado.