Los gamberros la han tomado con el patrimonio religioso de Calp. La ermita del Salvador, del siglo XVIII, amaneció de nuevo ayer repleta de pintadas. En la madrugada del pasado 7 de enero, los vándalos ya realizaron pintadas de tono muy similar al de ayer en este templo, que pertenece a la diócesis de Orihuela-Alicante. Además, el pasado domingo, la iglesia parroquial de la Mare de Déu de les Neus, situada en pleno centro histórico, también amaneció con otra pintada. Por tanto, estos nuevos actos vandálicos representan ya el tercer ataque en menos de un mes contra el patrimonio eclesiástico calpino.

El gobierno local (PP e Independents-Els Verds) condenó ayer unas pintadas que, además de demostrar muy mal gusto, le salen muy caras al Ayuntamiento. Por segunda vez en menos de un mes tendrá que pintar las cuatro paredes de la ermita. El Consistorio ya ha perdido la cuenta de lo que lleva gastado en limpiar la epidemia de pintadas que en el último año sufre el municipio. El gobierno local hizo ayer un llamamiento «al civismo y al respeto». Anunció que impondrá «una dura multa» a los gamberros si los pilla ensuciando las paredes del pueblo.