El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de un año de cárcel que impuso la Audiencia de Alicante al edil de Xàbia Francisco Catalá, quien fue a juicio contra la Policía Local por supuestas torturas. El agente denunciado quedó absuelto, pero el edil acabó condenado por un delito de atentado a la autoridad y dos faltas de lesiones. El Supremo ratifica ahora el fallo de la Audiencia, que impuso a Catalá un año de prisión por atentar contra la Policía y 120 euros de multa por las dos faltas.

Preguntado ayer por este diario, el concejal, que entró en la corporación con la formación de Nueva Jávea, pero ahora es no adscrito, aseguró que no se le condena a inhabilitación. Al no tener antecedentes penales y ser la pena inferior a los dos años, no entrará en prisión. Catalá afirmó también que no iba a dimitir.

Explicó que renunciaba a presentar el último recurso que le quedaba, al Tribunal Constitucional. «Visto lo visto, es una pérdida de tiempo», manifestó. Por tanto, la sentencia del Supremo devendrá firme.

Los hechos se produjeron en la madrugada del 18 de diciembre de 2005. Catalá todavía no era edil. Paseaba por la zona de l'Arenal con un botellín de cerveza en la mano. Los agentes quisieron quitarle la botella y se produjo una trifulca. La Audiencia consideró probado que dos policías locales recibieron un puñetazo y fueron agredidos por Catalá antes de que seis agentes lograran reducirlo.

Éste luego denunció que, una vez en el retén, uno de los agentes pidió a sus compañeros que lo dejaran a solas con él, que estaba esposado, y comenzó a golpearle. Pero el fallo indicó que los golpes que presentaba el detenido «eran compatibles» con los que sufrió mientras los policías lo reducían.

Un año después, Catalá entró de edil por Nueva Jávea. Este mandato repitió acta con el mismo partido, que luego abandonó y pasó al grupo de no adscritos.