La devoción popular a veces necesita de estímulos más mundanos. El Ayuntamiento de Calp quiere recuperar la antigua tradición de que los vecinos adornen con cobertores y mantones sus balcones particulares durante las fiestas patronales.

Esa expresión de devoción a la Mare de Déu de les Neus (las fiestas que ahora comienzan) y al Santíssim Crist de la Suor (la celebración de octubre) se ha ido perdiendo con el tiempo.

Pero ahora la concejalía de Participación ha convocado un concurso que premia con 500 euros al vecino que tenga el balcón más bonito. Hay otros dos premios de 300 y 150 euros.

El párroco de Calp, Francisco Bernabé, destacó que recuperar esta tradición contribuye a «hacer pueblo».