El enigma de la tumba número 25. Los arqueólogos de la Pobla medieval d'Ifac de Calp se sorprendieron cuando al abrir un nuevo enterramiento de la necrópolis de este yacimiento descubrieron que no había nadie enterrado dentro. La tumba estaba vacía.

Tras hallar la tumba de un clérigo importante cuyo esqueleto conservaba entre sus manos un grial o destapar el esqueleto de un caballero, el equipo que dirige José Luis Menéndez esperaba seguir dando con pistas sobre quién está inhumado en esta necrópolis medieval. Pero hallar una tumba vacía abrió un gran interrogante. Los arqueólogos, sin embargo, pronto han lanzado una teoría. Creen que este camposanto «se gestionaba». Había sepulturas que se vaciaban y reutilizaban. Esa hipótesis sobre las prácticas funerarias de la Pobla d'Ifac se entiende mejor si se tiene en cuenta que la antigua villa amurallada, situada en la falda del Penyal d'Ifac, tenía un territorio finito y, por tanto, la necrópolis, que está fechada entre los años 1340 y 1400, no podía ampliarse mucho.

Hasta el momento se han encontrado 24 tumbas que contenían los restos de 43 individuos. El hallazgo del «Grial d'Ifac» (el cáliz que estaba en las manos de un esqueleto) ha suscitado gran interés. Es el primer enterramiento descubierto en Alicante de un clérigo con la copa sacramental. De momento, sólo uno de los esqueletos se ha podido atribuir a una mujer.