"Si yo soy tan inepta, por qué no os ponéis de acuerdo y uno de vosotros se convierte en alcalde". La alcaldesa de Gata, Ana María Soler, del PP, le dejó ayer claro a los dos grupos de la oposición, PSPV y Compromís, que son ellos los que tienen la sartén por el mango. Suman siete concejales frente a los seis del PP. Más fácil imposible: Una moción de censura acabaría con la Alcaldía de Soler. "Yo me iría de vacaciones y a trabajar a esos negocios que según vosotros tengo", les retó la munícipe. Pero la política en Gata poco tiene que ver con la aritmética.

La alcaldesa sabe que, incluso cuando se ponen de acuerdo, socialistas y nacionalistas se las apañan para estropearlo. Ayer se alinearon los astros. El portavoz del PSPV, Vicent Font, había forzado un pleno extraordinario para, entre otros puntos, reprobar a Soler por "hacer uso político" de no tener sueldo y de ser la primera alcaldesa del mundo que se apuntaba al paro (la prestación se le acabó el pasado mes de septiembre). El portavoz de Compromís, Matíes Monfort, no sólo estaba de acuerdo, sino que fue un paso más allá. "Esta propuesta se queda corta. Le pedimos a la alcaldesa que dimita".

Pero a la hora de votar una concejala de Compromís se había marchado y la reprobación de la popular quedó en empate técnico. La propia alcaldesa, con su voto de calidad, salvó el sonrojo de que su propio pleno le afease el posible dividendo político que ha sacado de no tener más retribuciones que los cien euros de los plenos y los apenas 35 que percibe por asistir a comisiones.

La conclusión es que el PP puede estar más que tranquilo en Gata. Las diferencias entre PSPV y Compromís son irreconciliables. Sus líderes, Vicent Font y Matíes Monfort, lo tienen más que asumido. Aunque la alcaldesa tire de ironía y les dé las gracias en nombre suyo y del PP porque "gobernamos por vosotros, porque sois los que tenéis la mayoría", los dos grupos de la oposición son incapaces de sentarse a negociar la moción de censura.

"El hazmerreír de la comarca"

En el pleno de ayer, el concejal del PSPV Vicent Pineda recordó que a principio de mandato, ante las discrepancias respecto al sueldo de la alcaldesa, el punto se dejó por un "acuerdo unánime" sobre la mesa. Pero luego, dijo, el PP ya no retomó las negociaciones, sino que Soler se fue a apuntarse al paro. "Hizo que Gata fuera el hazmerreír de la comarca".

"Del paro tenía más ingresos que como alcaldesa", denunció el portavoz del Bloc, que exigió la renuncia de Soler porque ha demostrado "una gran incapacidad para el cargo".