Mejor no perder ni un segundo en lamentarse. La empresa Suministros Hosteleros de Benissa, tras el incendio que durante la noche del jueves arrasó su nave del polígono benissero de la Pedrera, decidió ayer rebelarse contra el infortunio. La mercantil no suspendió la actividad. Cuando el fuego devoraba la nave, parecía casi imposible que esta firma familiar, creada hace unos 25 años por Pedro Cabrera, se levantara tan pronto del golpe. La angustia y la impotencia invadían al dueño, a sus familiares y a los trabajadores. Pero, en la mañana de ayer, la empresa volvió al tajo y se trasladó temporalmente a otra nave, antigua sede de Ros Casares, situada a escasos treinta metros de la sede calcinada. En un comunicado, informó de que "todos los departamentos están operativos y nuestras instalaciones de Dénia siguen funcionando con toda normalidad". Esta mercantil, que cuenta con unos 25 empleados, trabaja en toda la Marina Alta.

Los bomberos seguían en la mañana de ayer aireando la nave quemada y sofocando rescoldos. Nadie se atrevía a especular sobre el posible origen del fuego. Cuando se declaró, alrededor de las 20.30 horas del jueves, sí que había testigos que comentaban que pudo originarse en los paneles solares situados en el tejado de la nave.

Sobre las dos de la madrugada, el dueño y los trabajadores, junto a los bomberos, consiguieron sacar de la nave los ordenadores y la documentación de la oficina.

El fuego calcinó la primera planta de la nave. No llegó a afectar a las oficinas y la zona de exposición, pero el humo sí ha causado allí importantes daños.

En las labores de extinción, participaron unos 30 bomberos de los parques de Dénia, Elche, San Vicente y Benidorm.