No se separó ni un segundo de su dueño, herido y que no podía moverse tras caer por un pequeño terraplén, y por la noche se acurrucó junto a él y le dio calor. Bijou, un perro labrador de color negro y de dos años de edad, se convirtió en el ángel de la guarda de Bernhard Schulz, el hombre de 74 años desaparecido el sábado a mediodía y por cuya vida se temía ya que sufre Parkinson y necesita diariamente tomar su medicación. Cuando los voluntarios del grupo USAR 13, de DYA, hallaron ayer a Bernhard en una zona de frondosa maleza a la que era muy difícil llegar, Bijou estaba junto a él. «Empezó a dar saltos de alegría», explicó ayer a este diario José Luis Moreno, que es responsable del equipo de localización de USAR 13. El animal veló por su amo. Moreno indicó que para que el hombre, al que encontraron deshidratado, con numerosos arañazos y paralizado por el golpe que se dio al caerse, fue muy importante sentir que en todo momento su perro seguía allí, protegiéndole. Kirsten, la esposa de Bernhard, y sus amigos alemanes, quienes vivieron con ansiedad toda la búsqueda, también coincidieron en que el desaparecido sobrevivió gracias a Bijou. «Estamos convencidos de que por la noche le dio calor», comentó uno de estos residentes.

El operativo de rescate dio con Bernhard en la mañana de ayer, a las 9.50 horas. Se desplazaron a cinco perros. Boby, un can que ya buscó supervivientes en Haití, tras el terrorífico terremoto de 2010, olfateó el rastro bueno.

«El hombre estaba en una zona de barranco, en una frondosa pinada llena de matorrales. El acceso era muy difícil», explicó Moreno. Lo sacaron de la espesura en camilla, ya que el helicóptero no podía llegar hasta allí y ayer se recuperaba en el hospital de Dénia.