Los ladrones de chatarra no le hacen ascos a nada. Ahora que el robo de cobre está más vigilado y tras el pertinaz saqueo de las obras abandonadas, estos cacos le han echado el ojo a otros tesoros de metal. En Xàbia, han encontrado un filón en las carcasas que cubren los hidrantes o bocas de incendio. Han arramblado con todas. En unos meses, han robado estas tapas de hierro, que están atornilladas al soporte del hidrante, de las urbanizaciones e incluso de zonas tan céntricas como la Vía Augusta, que es la avenida que une el Puerto y l'Arenal.

Estas carcasas son bastante pesadas y para los ladrones de chatarra suponen un botín nada desdeñable. Además, en una noche, pueden "limpiar" los hidrantes de toda una urbanización. Quitar los tornillos y cargar estas carcasas en una furgoneta es coser y cantar para unos ladrones acostumbrados a trocear grúas o abrir registros de alumbrado y tirar de cables que a menudo incluso llevan electricidad.

En la Vía Augusta, no se ha salvado ni un sólo hidrante. Todas las tapas han desaparecido. Sin embargo, desde el ayuntamiento se aclaró ayer que estas bocas de incendios están en perfecto estado y funcionan. La tapa protege unas bocas de incendio que ahora casi se han convertido en papeleras, ya que en el soporte de varias de ellas hay papeles, bolsas y latas.

Los voluntarios de Protección Civil, antes de iniciar la vigilancia forestal del verano, revisarán todos los hidrantes y harán recuento de los cientos de tapas sustraídas.