El Ayuntamiento de Xàbia ha mantenido en vigor hasta hace dos días un reglamento de honores y distinciones y de ceremonial y protocolo que era una auténtica antigualla. Aprobado en julio de 1981, incluso nació viejo para aquella época. Al describir la indumentaria que deben llevar los ediles en los actos oficiales, utilizaba la expresión de "los concejales femeninos". Obligaba a que en el salón de plenos se colgara un crucifijo. Y aludía al "privilegio" de Xàbia "de usar dos maceros en los actos solemnes". El reglamento apelaba a que "no se pierda este honor" concedido por Felipe V a la villa por apoyar la causa borbónica. A los maceros, eso sí, no se les ha visto nunca.

Pero todavía sorprende más que esa norma de 1981 prohibiera manifestaciones muy arraigadas en las fiestas locales como las de "arrojar petardos", "prender hogueras", "disparar cohetes, castillos de lucería o fuegos de artificio" y los "bailes prohibidos". El reglamento precisa que el alcalde, "mediante informe de los agentes de su autoridad", podrá autorizar estas actividades. Sin embargo, a nadie le consta que el alcalde haya dado permiso año tras año para las despertades, los correfocs o los tradicionales focs de Sant Joan, que se prenden y saltan en el centro histórico. La nit dels focs obtuvo hace dos años la declaración de fiesta de interés turístico de la Comunitat Valenciana.

El pleno de Xàbia ha derogado ahora este demodé reglamento de ceremonial. Mejor olvidar los mohosos privilegios y las cortapisas a las fiestas de siempre. Sin embargo, sí se ha aprobado un nuevo reglamento de honoros y distinciones. El antiguo era farragoso y se perdía en cuestiones que no venían a cuento como la del nombre que deben tener los, paseos, avenidas, plazas, plazoletas (éstas, preferentemente, debían estar consagradas a un santo), calles y callejones.

La nueva norma aclara mucho el procedimiento y da opción a que al tramitarse la concesión de un honor o distinción se abra un periodo de información pública para que los vecinos y asociaciones puedan presentar "escritos de adhesión". El mecanismo se democratiza. Ya no es sólo el pleno el que ensalza a las personas más destacadas del municipio.

Por cierto, un xabienc que ya ha recibido el título de hijo predilecto, el tenista David Ferrer, inaugurara el viernes el remozado paseo de l'Arenal, que ahora llevará su nombre. Un paseo, según el viejo reglamento, tenía preminencia sobre cualquier otro espacio urbano. Es evidente que David Ferrer es, sin duda, el vecino más ilustre de Xàbia.