Las personas mayores de Alcalalí, un pequeño pueblo de la Vall del Pop, han vivido mil experiencias, pero seguro que la de guía turístico es nueva. El ayuntamiento los ha reclutado para que descubran a los visitantes la riqueza histórica de un municipio que cuenta con una torre medieval con grafitis y grabados del siglo XVI. El consistorio ha firmado un convenio con la asociación local de jubilados y pensionistas. Los jubilados, en una experiencia piloto que permitirá abrir al público los sábados la torre medieval, que está declarada BIC, y la antigua almazara, ahora convertida en museo etnológico, harán de guías turísticos. Atenderán a los visitantes y les facilitarán la explicación histórica de los monumentos. Contarán con el apoyo de material informativo en castellano, alemán e inglés. Esta iniciativa turística arranca ya este sábado.

Los jubilados echan una mano en la promoción del turismo ahora que los pueblos pequeños no pueden contratar a guías profesionales y, en ocasiones, ni siquiera a conserjes para mantener abiertos sus pequeños museos o sus monumentos más emblemáticos. El Ayuntamiento de Alcalalí no descarta, si todo va bien, ampliar el horario de visita de la torre y la almazara.