El 27 de junio de 1961 Francisco Franco llegó a Xàbia a bordo del Azor. "No era normal que D. Francisco Franco visitase la casa de un ministro de una manera tan ostensible", indica Navarro-Rubio, que dice que ese guiño "constituyó a no dudarlo una buena sorpresa en el mundillo político". Recuerda que el empresario Juan Porsellanes le comentó que esa visita "señala el momento culminante del prestigio de nuestra villa, porque sólo entonces alcanzó más predicamento que Denia". El ministro, sin embargo, lanza un reproche: "No se comprende cómo puede ser ignorada por los encargados de hacer los anales de Jávea cuando señalan como acontecimiento destacado la compra de un molino de viento o los desfiles de una majorets". Franco no mostró interés por las "ruinas romanas", pero sí le preocupó la falta de seguridad de la finca. "Ya entonces su ministro de Hacienda se encontraba bajo una amenaza terrorista".