El nuevo Plan General de Dénia, que saldrá a exposición pública tras debatirse en el pleno el próximo día 27, entra de lleno en un conflicto histórico del parque natural del Montgó. A finales de los años 80 y principios de los 90 del pasado siglo, los mojones del Montgó parecían tener vida propia. Se movían montaña arriba. Varios chalés de la urbanización Marquesa, promovida por Urmonsa, invadieron suelo público. Presuntamente se usurparon 120.000 metros cuadrados de monte público. La conselleria de Medio Ambiente admitió en el PORN y el PRUG del Montgó la gravedad de un conflicto que impedía fijar con precisión los límites del parque natural. Sin embargo, utilizó para referirse a las usurpaciones el eufemismo de "áreas de revisión de titularidad".

El nuevo PGOU de Dénia elude hablar de usurpaciones. Llama a estas zonas "de titularidad compartida" y subraya que "generalmente están edificadas y parceladas". La solución de la piqueta ni se contempla. Todo lo contrario. Esos terrenos públicos se dan por perdidos. El plan general plantea que por cada metro cuadrado dentro del área de revisión de titularidad los promotores cedan diez en suelo de conectores ecológicos o colindante al parque natural, bien clasificado de especial protección de uso especial o de protección ambiental. Y se deja claro que la permuta sólo se llevará a cabo si los terrenos que se ofrecen a cambio "disponen de las mejores condiciones naturales para su integración en el parque natural". Esa evaluación de las condiciones naturales la llevará a cabo el servicio de gestión del parque del Montgó.

El Plan General aborda un conflicto enquistado. Las urbanizaciones que supuestamente rebasaron el límite del Montgó son la de Marquesa y la Pedrera, en Dénia, y la de Montgó-Toscamar, en Xàbia. De haberse recuperado estos terrenos, habrían pasado directamente a incluirse en la zona de uso especial del parque natural. Es decir, que formaban parte del meollo del Montgó. Ahora el PGOU trata de resolver unas usurpaciones que se produjeron en los años de mayor presión urbanística en el Montgó.