El goteo de nuevos contagios de legionela que pronosticó el director de Salud Pública, Manuel Escolano, es ya un hecho. Tras los primeros ocho casos de turistas que contrajeron neumonía por legionela en el hotel Diamante Beach de Calp, la conselleria de Sanidad confirmó ayer que había otros tres pacientes diagnosticados. Los afectados por este brote, que ha obligado a cerrar el hotel y cuy0 foco de contagio podría estar en el spa, suben a once. Y por la experiencia del virulento episodio de febrero, cuando fallecieron tres pensionistas británicos, todo hace pensar que el número de infectados irá a más. La horquilla temporal de contagio se sitúa entre la segunda quincena de junio y el martes, que fue cuando se desalojó el hotel. La enfermedad se tarda en incubar unos diez días.

También el director de Salud Pública reveló el martes que en mayo una analítica detectó la presencia de la bacteria de la legionela en el spa. No fue más explícito. En realidad, según el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), la cosa fue más grave. En una comunicación con fecha de 25 de mayo, el ECDC advertía de un nuevo brote y de cuatro posibles contagios. Revelaba también que el spa estuvo cerrado entre el 8 y el 13 de mayo. Este organismo actualizó entonces la alerta de riesgo de contagio. Los operadores turísticos europeos sí tuvieron conocimiento de ese segundo brote, mientras que la conselleria de Sanidad no lo hizo público. En la Comunidad no trascendió que el foco de legionela de este hotel seguía activo, pese a que la ECDC advirtió de que quienes se hospedaron desde mediados de abril hasta mayo debían estar informados "para garantizar un rápido diagnóstico y tratamiento".

Ya en el primer brote, que se declaró a finales de diciembre (pero se hizo público a principios de febrero) y afectó sobre todo a jubilados británicos, las autoridades sanitarias del Reino Unido ofrecieron con celeridad datos que, en cuanto al número de contagiados, atinaban más que los que difundía la conselleria de Sanidad.

A finales de mayo, al actualizar esta alerta sanitaria, la ECDC también manejaba información distinta. La conselleria dio por superado el primer brote tras 18 contagiados, de los que tres fallecieron. Pero el centro europeo elevó, con el segundo foco, a 25 los casos. Y precisó que seis personas habían fallecido.

Fuentes de la conselleria precisaron ayer que ya comunicaron a la ECDC sus discrepancias sobre el número de afectados. Estas fuentes aclararon que, tras darse por finalizado el brote, Sanidad ya "no publicita" los nuevos casos, pero sí los notifica en los boletines epidemiológicos correspondientes. Insistieron en que la conselleria sólo notifica los casos y muertes confirmados, "no los sospechosos o probables".

Las discrepancias en la incidencia del foco de legionela en este hotel de Calp hacen dudar sobre si la gestión de la crisis sanitaria ha sido la correcta. El hotel estuvo cerrado entre el 2 y el 10 de febrero. Se reabrió cuando ya se creía conjurado el peligro de contagio. Este martes se volvió a cerrar en un episodio que deja de momento once contagiados. Los primeros casos se diagnosticaron el pasado 25 de junio y existía el precedente del brote de mayo. Que el establecimiento se clausura ya el 3 de julio, tras un fin de semana en el que estuvo prácticamente lleno, no revela muchos reflejos.

Las evidencias epidemiológicas son contundentes. Pero la bacteria es esquiva. La conselleria todavía no ha logrado que las analíticas desvelen dónde puede estar la legionela "acantonada" -término utilizado por el director de Salud Pública-. La persistencia de la legionela en este moderno hotel de Calp es, por ahora, un misterio.

Los tres turistas que elevan a once los infectados en el último brote son un belga y dos valencianos. Están ingresados en hospitales de la Comunidad y, según la conselleria, su evolución es favorable. Así, de momento, los afectados son cuatro ciudadanos belgas (tres están en su país), cuatro de la comunidad de Madrid y tres de la Comunidad Valenciana. Sanidad se afanó en recalcar que esta crisis es "un hecho aislado y reducido al alojamiento analizado. Los hoteles de Calp y de toda la Comunidad reúnen condiciones óptimas para su uso".

Mientras, la presidenta del Defensor del Paciente, Carmen Flores, solicitó ayer a la fiscal jefe de Valencia, Teresa Gisbert, que investigue de oficio si hay indicios de delito en la gestión de un foco de legionela que ahora se sabe que, desde que se declaró a finales de diciembre, ha vuelto a estar activo a mediados de abril y principios de mayo y, finalmente, desde mediados de junio.