"No es una aniversario redondo, pero cuando se cumplan 200 años de su nacimiento yo ya no estaré aquí y quiero tener la satisfacción de que Benissa sepa quién fue el obispo Cabrera". El escritor y periodista Bernat Capó ha puesto todo su empeño en "rescatar del olvido" a un religioso al que la iglesia dominante, la católica, apostólica y romana, dio la espalda cuando abrazó las ideas anglicanas y el protestantismo.

El próximo 23 de abril se cumplen 175 años del nacimiento en Benissa de Juan Bautista Cabrera Ibarz. Fue poeta, historiador eclesiástico, teólogo anglicano español y, en 1896, se convirtió en el primer obispo de la Iglesia Española Reformada Episcopal, cargo que ejerció hasta su muerte en 1916.

El obispo Cabrera puso, de hecho, los cimientos de la Iglesia Española Reformada tras convencer, en 1868, al general Prim de que debía garantizar la libertad de culto.

La iglesia oficial nunca le perdonó su heterodoxia. El castigo fue un ostracismo que todavía perdura. Pero Bernat Capó se ha propuesto rehabilitar a un erudito que, un año antes de morir, ingresó en la Hispanic Society of America, compuso más de 400 himnos religiosos y escribió obras tan avanzadas en la España de su tiempo como El celibato forzoso del clero.

Los actos del 175 aniversario ofrecerán luz sobre este teólogo y reformador eclesiástico. Entre las conferencias previstas, figuran la del obispo Josep Miquel Roselló, que analizará la importancia de Cabrera en la segunda reforma; la del profesor de literatura del Middlebury College, Patrocinio Rios, que hablará de su poesía, y la de Carlos López, de la Iglesia Española Reformada Episcopal, quien reflexionará sobre los himnarios y la liturgia del obispo benissero. Otra conferencia interesante la ofrecerá el exdiputado Jaume Castells. El título es sugerente: "Juan Bautista Cabrera, el gran desconocido".

Este 175 aniversario concluirá con una mesa redonda en la que intervendrán Manuel Cabrera, que es biznieto del obispo Cabrera; el párroco de la iglesia de la Puríssima Xiqueta, Domingo Sabater; el guardián del convento de los Franciscanos, fray Jordi Escrivà; el párroco de l'Assumpció de Dénia, Guillermo Gilabert; José Luis Mira, de la iglesia anglicana, y el propio Bernat Capó. El historiador y periodista destacó que participarán representantes de la iglesia apostólica y romana y de la anglicana y él, que se confesó agnóstico.

Uno de sus himnos sonó mientras se hundía el Titanic

Bernat Capó (en la imagen junto a la coordinadora de la Seu Universitaria y la edil de Cultural) aludió ayer a "una leyenda" que, por las veces que la ha escuchado, tiene ya visos de ser fidedigna. La orquesta del Titanic tocó uno de los himnos del obispo Cabrera mientras el transatlántico se hundía. También atribuyó ayer Capó a "un flechazo" la ruptura de Cabrera con la iglesia oficial. El entonces sacerdote formaba parte de la orden de los Escolapios cuando se enamoró en Gandia de Josefa Latorre. Se casaron en Gibraltar en 1863. Luchó contra la imposición del celibato a los curas.