Los alcaldes de Gandia, Dénia y Oliva no están dispuestos a que los recortes echen a perder el Tren de la Costa y, en concreto, el demandado tramo ferroviario entre la capital de la Safor y la de la Marina Alta. Los tres munícipes se reunieron ayer en Dénia y exigieron al Gobierno central y a la Generalitat Valenciana que cumplan el protocolo firmado por el Ministerio de Fomento y el Consell el pasado mes de octubre y que marcaba la fecha de 2015 para el inicio de las obras del Tren de la Costa.

"Hoy retomamos la reivindicación del tren. Vamos a pedir esta misma mañana una reunión con el secretario de Estado de Infraestructuras (Rafael Catalá) y otra con el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra", anunció la alcaldesa dianense, Ana Kringe, que precisó que el ministerio todavía debe realizar los estudios informativos, mientras que el Consell sí ha impulsado la reserva de suelo pero tiene pendiente el estudio de viabilidad económica.

El alcalde de Gandia, Arturo Torró, fue incluso más gráfico: "Los ciudadanos deben saber que estos tres alcaldes no nos hemos olvidado del tren. Vamos a dar la lata en Madrid" hasta conseguirlo.

La falta de sintonía política ya no puede ser un obstáculo para el tren Gandia-Oliva-Dénia. Los tres munícipes son del PP y las administraciones que deben cumplir el protocolo también. Pero el proyecto parece igual de atascado que siempre. "Ha cambiado el Gobierno y seguro que el nuevo no ha olvidado este proyecto. Pero nosotros estamos aquí para recordar que es necesario, que para el Estado es relativamente económico y que vertebra dos comarcas y las acerca a Valencia y Madrid", expuso Torró. El munícipe planteó que se recupere el estudio de impacto ambiental para el tramo de Gandia y Oliva que ya llevó a cabo la conselleria de Territorio cuando su titular era Mario Flores.

Tanto Ana Kringe como la alcaldesa de Oliva, Chelo Escrivá, defendieron que no hay duda de la rentabilidad económica del enlace entre Gandia y Dénia. Escrivá subrayó que todos los jóvenes de la Marina Alta y la Safor que estudian en las universidades de Valencia son potenciales usuarios. También destacó la importancia turística de esta línea ferroviaria, que tendría como clientes a los numerosos madrileños que han comprado apartamentos y chalés en Oliva y en los municipios turísticos de la Marina Alta.

Ana Kringe no tuvo empacho en reconocer que sentía "un poco de celos" de Gandia por estar conectada por tren con Madrid.