Una quema de rastrojos originó ayer un incendio en la partida Osalba de Benissa. El agricultor intentó apagar las llamas cuando vio que el viento convertía su hoguera en un fuego sin control. Pero se llevó un buen susto, ya que incluso parte de sus ropas quedaron chamuscadas. También los propietarios de una vivienda cercana intentaron con mangueras que el fuego no avanzara hacia su casa. La rápida intervención de los bomberos y de los medios aéreos evitó que el incendio se propagase. Al final, ardieron unos 15.000 metros cuadrados de matorral y pino.