El presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, estuvo ayer en Calp y, ante el alcalde, César Sánchez, y toda la corporación, calificó de "injusto" y "desgraciado" el brote de legionela. "Hoy estamos aquí para mostraros nuestro apoyo y solidaridad", dijo Fabra, que se mostró convencido de que esta crisis sanitaria no empañará "la imagen nacional e internacional" de este pueblo de la Marina Alta. "Todos los municipios de la Comunitat Valenciana están a vuestro lado en estos momentos difíciles", añadió.