El conseller de Sanidad, Luis Rosado, se ha mostrado confiado en que el hotel Diamante Beach de Calp, donde se ha producido un brote de legionela con 15 contagios, se reabra a finales de esta misma semana una vez hayan concluido las tareas de limpieza y las nuevas analíticas confirmen que la bacteria de la legionela "está erradicada". Rosado indicó ayer que el último caso de este foco de legionela se diagnosticó el pasado día 28 de enero y, por tanto, "todavía hay que esperar unos días" para "poder garantizar que el brote ha finalizado". No obstante, subrayó que ahora mismo "la situación está estabilizada".

El conseller indicó que todos los ingresados (ahora tres, ya que estaba previsto que el cuarto, un médico español de 74 años recibiera ayer el alta) están estables y "en la próximas horas" podrían ya abandonar la Clínica Benidorm.

Este episodio de legionela ha registrado 15 contagios, once turistas británicos de avanzada edad y cuatro españoles (el médico citado y tres empleados del hotel). Tres pensionistas británicos han fallecido de neumonía por legionela.

En estos últimos días, el alcalde de Calp, César Sánchez, y toda la corporación calpina se han afanado en lanzar un mensaje de plena confianza en las instalaciones hoteleras del municipio. Esta crisis sanitaria ha hecho mucho daño, sobre todo en un mercado tan importante como el de los jubilados británicos. Urge recuperar el terreno perdido y olvidar cuanto antes "un hecho desgraciado" -así lo calificó el propio alcalde- que ha golpeado a un sector, el del alojamiento hotelero, que genera muchos puestos de trabajo. De hecho, la empresa propietaria de este hotel y de otros de Calp tiene contratadas a unas 600 personas.

La Conselleria de Sanidad considera que en pocos días se podrá dar por cerrada esta crisis sanitaria. El protocolo de legionela indica que, tras el último contagio, deben pasar 15 ó 20 días sin que se den nuevos casos para dar por superado el brote.