La Policía Local de Xàbia sorprendió a última hora de la tarde del jueves a otros dos pescadores furtivos que estaban extrayendo erizos en el litoral del Primer Muntanyar. Uno de ellos simulaba que pescaba a caña mientras el otro, un submarinista, recogía numerosos erizos. Cuando vieron llegar a los agentes, los arrojaron al mar. Los policías contaron unos 270 ejemplares. Además, la pasada semana, la Policía de Xàbia también descubrió a otros dos furtivos en la cala de Els Pallers, en el Portitxol.

El caso es que la pesca ilegal de esta especie, muy valorada en la gastronomía de Dénia y Xàbia, ha experimentado este año un repunte. Una explicación es el elevado precio al que pueden vender los furtivos los erizos en algunos restaurantes. Se llega a pagar un euro por cada pieza. Este aumento de las capturas clandestinas puede poner en peligro la recuperación de una especie que estaba muy esquilmada.