La alcaldesa de Gata, Ana María Soler, decretó el pasado viernes que "quedaba terminantemente prohibido el acceso al recinto" del colegio Santíssim Crist. En todo el perímetro escolar hay carteles que avisan de esta "medida preventiva" relacionada con el inicio de las obras de demolición del antiguo gimnasio del colegio. Pero el derribo en sí no era lo más peligroso. El verdadero riesgo residía en que se había detectado que las placas de fibrocemento del techo del gimnasio contenían amianto, un mineral cancerígeno. Por tanto, toda precaución era poca.

Esas placas se empezaron a retirar este lunes y ayer ya no quedaba ni una. Operarios con mascarillas y trajes aislantes las desmontaron del techo del antiguo gimnasio, clausurado en 2007. Estos trabajadores pertenecen a la empresa Obras y Construcciones Guijarro, que está especializada en descontaminación. La firma contaba con autorización específica de la Dirección Territorial de Empleo para "la retirada de amianto en el grupo escolar de Gata de Gorgos".

Además de prohibirse el acceso al recinto escolar, en todo el perímetro del gimnasio se han colocado carteles que advierten de la presencia de este mineral tóxico. Estos trabajos han coincidido con las fiestas de Navidad y no hay actividad en el colegio.

Está previsto que las labores de descontaminación se terminen mañana. Luego ya podrá realizarse toda la demolición de este gimnasio que, construido en los años 60, hace tiempo que era una ruina. De hecho, la comunidad educativa de Gata reclamaba desde hacía quince años que se construyera uno nuevo. Sorprende que su derribo se haya demorado tanto cuando desde hace ya tiempo se sabía que las placas de su techo contenían amianto.

El proyecto del nuevo gimnasio se presentó en Gata el pasado mes de marzo. La obra tiene un presupuesto de 650.000 euros que sufraga la conselleria de Educación. La alcaldesa destacó ayer, en su balance de final de año, que, "por fin, ha comenzado uno de los proyectos por el que más hemos luchado". Los alumnos de Gata llegaron a manifestarse y recogieron más de 500 firmas para exigir la construcción de esta infraestructura educativa.