La cifra ya es definitiva. 71 trabajadores del Ayuntamiento de Calp se van a la calle. El pleno para amortizar sus plazas se celebrará en la semana entre Navidad y Año Nuevo. El gobierno local (PP e Independents-Els Verds) ha retocado algo su propuesta inicial de despedir a 84 empleados, además de los cinco de la televisión municipal cuya plaza ya se ha amortizado. Pero, tras la protesta de los sindicatos de hace unos días contra los despidos y la rotura de las negociaciones, se ha visto con las manos libres para recortar personal sin complejos.

Las plazas que se amortizan son 101, de las que 71 están ocupadas. Además, se proveerán 80 plazas. Esta regulación de empleo sólo afecta a los trabajadores indefinidos no fijos. Esa figura se creó en 2008 para normalizar la situación de 155 empleados que habían encadenado contratos temporales en fraude de ley.

El propio alcalde de Calp, César Sánchez, del PP, anunció ayer, en un desayuno de Navidad con los periodistas, que, finalmente, se despedía a 71 trabajadores. "Tenemos que cumplir el plan de saneamiento y salvar la situación de quiebra en la que se encuentra el ayuntamiento", dijo el alcalde.

El plan de saneamiento obliga a reducir en 1,8 millones el gasto de personal, que ahora consume el 60 % del presupuesto. Calp, con casi 30.000 habitantes, tiene una plantilla municipal de 600 trabajadores.

Tras dos meses de reuniones con los sindicatos, el munícipe aseguró ayer que había llegado el momento de "tomar decisiones". Convocó para el martes la mesa de negociación y la comisión previa al pleno en el que el gobierno local dará vía libre a los despidos.

"Llevo cuatro días sin apenas dormir. Ayer acabé a las 9 de la noche en el ayuntamiento y el jueves salí a las 12 de la noche. Sé que tengo que tomar decisiones. Pero para mi todo esto supone una enorme frustración personal", manifestó Sánchez, que subrayó que prescindir de esos empleados "es la decisión más difícil que ha tomado un alcalde de Calp".

El alcalde abundó en que le ha tocado a él dar este paso y que no iba a buscar responsables de la bancarrota del ayuntamiento. "Estamos trabajando para garantizar el pago de las nóminas, incluso el de la extra de Navidad. Debemos lograr la estabilidad económica a medio plazo, y pagar a los proveedores, porque si no lo hacemos dañamos a las empresas y a la economía de este pueblo". El munícipe popular anunció que el próximo año será "muy difícil" y "de grandes recortes".

Recuperar las horas de trabajo

También avanzó que los empleados del ayuntamiento volverán a trabajar por las tardes y harán las dos horas y media a la semana de las que les liberó Joaquim Tur, del Bloc, cuando fue alcalde en el anterior mandato. "No podemos permitirnos este tipo de lujos", sostuvo, y añadió que recuperar esas horas significa cumplir el estatuto de los trabajadores.