Casi 59 años después de que un ataque de la aviación británica hundiera un submarino alemán en aguas de Calp durante la Segunda Guerra Mundial, buceadores de la Fundación Greenwich han logrado realizar las primeras fotografías de este buque de inmersión germano.

Aunque no han trascendido las coordenadas del lecho marino donde reposa este submarino, el lugar es conocido por los pescadores de la localidad, pues en más de una ocasión sus redes se han quedado enganchadas en el casco de este navío sumergible. Además, según la información facilitada por la citada fundación, se trata de una zona de paso de grandes mercantes por el Mediterráneo.

"Por fin, por fin lo hemos conseguido", manifestaron desde esta entidad con sede en El Campello y dedicada -sin ánimo de lucro- a la investigación subacuática con fines científicos, históricos y culturales. La inmersión y el trabajo fotográfico "ha sido enormemente costoso", no sólo a la hora de preparar el buceo sino a nivel administrativo y de seguridad.

El responsable del proyecto, Juan José Rodes, explicó que el submarino, a 85 metros de profundidad, ha sido fotografiado e identificado después de numerosos intentos. Agregó que la labor ha consistido en identificarlo y fotografiarlo. "No hemos realizado un trabajo de arqueología submarina, pues ni siquiera hemos tocado su casco", precisó.

El submarino, modelo U77, fue avistado y atacado el 28 de marzo de 1943 por un avión del 48 escuadrón con base en Gibraltar. Aunque logró averiarlo parcialmente, el submarino se sumergió. Un segundo avión, Lokheed A-28 Hanson, lo localizó en superficie a unas 30 millas al noroeste del primer ataque. Tras más de una hora de hostigamiento, lanzó cuatro cargas de profundidad que cayeron a menos de cinco metros del sumergible, según el informe redactado por el oficial de vuelo. Horas después el comandante del U77 ordenó la evacuación del mismo. De los cerca de 20 marineros que se agarraron a una de las balsas, sólo nueve pudieron sobrevivir. Al parecer, más de una treintena falleció por hipotermia.

La Fundación Greenwich prepara "un completo documental" sobre este hecho.