La Guardia Civil estima que unas 500 personas han sido estafas en la provincia por una banda radicada en Alicante capital con la instalación y revisión de las instalaciones de gas, en su mayoría en la Marina Alta, lo que ha generado una gran alarma social en esta comarca. La operación se ha saldado con 25 detenidos, acusados de un supuesto delito continuado de estafa y de asociación ilícita para delinquir. Los arrestos se han efectuado de forma escalonada entre el 12 de septiembre y ayer, en las localidades de Xàbia, Benissa, Alicante y Teulada-Moraira, gracias a una amplia investigación llevada a cabo por el Instituto Armado.

La operación dio comienzo en junio, cuando la Guardia Civil, a través de varias denuncias recibidas, pudo constatar la existencia de una organización cuyas actividades se centraban en la comisión de estafas haciéndose pasar por un servicio oficial de instalación de gas.

Los miembros de esta organización se hacían pasar por instaladores de gas de un servicio oficial y autorizado, que valiéndose de esta condición engañaban a los moradores de las viviendas. La empresa estaba dada de alta legalmente, pero toda su actividad se basada en estafas, con personal escasamente cualificado y careciendo de instaladores con título homologado para la actividad que llevaban a cabo, según fuentes de la Guardia Civil.

Sus víctimas estaban en urbanizaciones aisladas del casco urbano, y los moradores eran principalmente personas de avanzada edad, con un alto porcentaje de extranjeros que desconocía el idioma y la normativa del país.

Efectuaban revisiones de las instalaciones de gas, que posteriormente sobrevaloraban cobrando precios abusivos, amenazando incluso con cortar el suministro si no accedían de manera inmediata a la prestación del servicio. Las poblaciones más afectadas son Pedreguer, Xàbia, Dénia y Gata de Gorgos, aunque pueden existir afectados en otras poblaciones.

El medio de pago que preferían era mediante tarjeta de crédito utilizando un terminal de pago, pero también aceptaban efectivo, llegando incluso a trasladar en su propio vehículo a la víctima hasta el cajero más próximo, o regresar al día siguiente para cobrar.

Los detenidos son 23 hombres y dos mujeres, de edades comprendidas entre los 21 y los 55 años, todos españoles salvo un ecuatoriano y un francés. Hasta el momento se han recibido unas 35 denuncias por estafas en servicios de gas innecesarios, aunque por los más de 700.000 euros que ha facturado la empresa en el año en curso, se supone que la cifra de perjudicados pueda aproximarse a 500 personas, puesto que cobraban por cada servicio entre 400 y 5.000 euros.

Con estas detenciones se da por desmantelado un grupo altamente especializado y con una fuerte infraestructura que daba apariencia de legalidad a sus actos ilícitos. La base la tenían en Alicante, desde donde a primera hora de la mañana y en cuadrillas de 5 operarios de escasa preparación profesional, se trasladaban a los domicilios.