No hay marcha atrás en el cierre de la televisión municipal de Calp. El equipo de gobierno (PP e Independents-Els Verds) rechazó ayer en el pleno los recursos de reposición que presentaron contra el acuerdo de cesar la actividad de la televisión, entre otros, los exalcaldes Javier Morató, del PP y ahora edil de Alternativa Popular; el socialista Luis Serna, y Ximo Tur, del Bloc. Morató puso en marcha la televisión y los otros dos exalcaldes la mantuvieron abierta pese a que no tenía licencia para emitir. Los tres grupos de la oposición (PSPV, Alternativa Popular y Gent de Calp) advirtieron de que el cierre de este ente municipal ha sido precipitado. Pero el portavoz del gobierno local, Paco Cabrera, del PP, insistió en que la televisión no podía seguir funcionando sin autorización. Sus emisiones en analógico eran ilegales. Así lo indicaba un informe jurídico municipal.

El cierre precipitó el despido de cinco trabajadores de la televisión. Y en este caso el gobierno local sí que tropezó. Un defecto de forma obligó a readmitir a estos empleados. Pero ayer se les amortizó la plaza. Ese traspiés dio argumentos a la oposición para abundar en que las prisas no son buenas consejeras.

"La corrupción nos avergüenza"

En plena tormenta laboral por los despidos, el alcalde, César Sánchez, del PP, lanzó ayer un compromiso de pulcritud y transparencia. Dijo que las irregularidades contables que investiga el Tribunal de Cuentas, el presunto fraude de la basura (es una pieza del caso Brugal) y "la quiebra" económica del ayuntamiento "nos avergüenzan también como sociedad". Se comprometió a colaborar al máximo con los tribunales para depurar las responsabilidades en el "mal uso del dinero público". Pero apeló a respetar la presunción de inocencia de los políticos "bajo investigación judicial".