Los siete niños de preescolar de Bolulla que no pudieron empezar el curso la semana pasada al mismo tiempo que los demás, pudieron hacerlo ayer compartiendo espacio con los alumnos de Primaria dentro del edificio del colegio público Penya L´Ord. La medida es temporal, según explicó ayer el concejal de Educación, Antonio Carratalá, y durará hasta que Educación concluya una reforma urgente en el dispensario sanitario del pueblo. La obra consistirá en dividirlo en dos espacios separados e independientes, de manera que pueda albergar al tiempo la consulta del médico y del practicante por un lado, y un aula por otro, en la que podrán recibir sus clases los niños de Educación Infantil.

Con esta medida, Ayuntamiento de Bolulla y Conselleria de Educación cierran un pulso mantenido desde hace un año y en el que los únicos perdedores resultaron ser los niños y sus padres, cuando los primeros no pudieron empezar la pasada semana las clases como el resto de menores de la Comunidad.

El problema surgió cuando la inspectora de Educación ordenó que los niños comenzaran el curso donde se encuentra el consultorio de salud desde hace más de tres décadas, debido a que los menores se habían quedado sin aula tras la demolición de la vieja Casa de Cultura para la construcción de una nueva. El Ayuntamiento había propuesto con antelación, como medida temporal, que las clases a preescolar se impartiera en el Aula de Cultura donde se ha desarrollado la Escuela de Verano en los meses estivales, pero tal propuesta no fue aceptada por la Inspección educativa. El resultado fue que los siete niños vivieron el pasado jueves la vuelta a casa en vez de la vuelta al cole.

Cuando se enteraron de los sucedido, varios padres declararon a INFORMACIÓN que recogerían firmas para que sus hijos pudieran empezar el curso con normalidad en el Aula de Cultura temiendo que la situación se alargara. Sin embargo, la misma mañana del viernes, el director territorial y la inspectora solicitaron una entrevista con el concejal de Educación de Bolulla para buscar una solución. Según afirmó ayer el concejal Antonio Carratalá, "la entrevista con el director territorial fue muy cordial, expuso las razones por las que apoyaba que la unidad de Infantil estuviera en el mismo edificio del colegio y me informó de que la Conselleria de Educación se hacía cargo, con carácter urgente, de las obras, para habilitar la unidad en lo que actualmente es el centro de salud, manteniendo la sala de espera, los despachos del médico y del practicante y un aseo, independiente de la clase". Carratalá añadió que tras la cita, "se informó a los padres para informarles del acuerdo, dando todos su apoyo".