El Ayuntamiento de Pego, tal y como se acordó en el transcurso del último pleno municipal, ha presentado alegaciones a la homologación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Oliva. Y es que, al margen de otras cuestiones técnicas, el consistorio pegolino considera que en la propuesta de planeamiento que hace el municipio vecino se puede estar produciendo una invasión de su término municipal, a lo largo del curso del río Revolta, dentro del parque natural del Marjal de Pego-Oliva. De hecho, ya hace dos años que el Ayuntamiento de Pego alertó de esta cuestión cuando Oliva inició los trámites de revisión del planeamiento, pero en esta segunda fase de homologación del plan la propuesta reincide en la misma delimitación, según explicó el concejal de Urbanismo en Pego, José María Ferrer.

Y es que el Ayuntamiento de Oliva no rectifica, en la propuesta de homologación, las correcciones que ya le exigió Pego en 2009. Eran una serie de deficiencias relativas principalmente al parque natural que comparten ambos municipios, y entre las que la más significativa es la relativa a la discrepancia sobre el linde entre términos en el río Revolta. Otra de las correcciones que tanto entonces como ahora reclama Pego tiene que ver con la delimitación de la zona de humedal protegida por el convenio internacional de Ramsar. Asimismo, Pego alerta también de un error de calificación en la zona del Castellar de Oliva. Otras de las correcciones que plantea el informe del Ayuntamiento de Pego aprobado por el pleno son ya meramente de carácter técnico. Por ejemplo, se incide en que la definición del formato digital de los planos es escasa.

El edil de Urbanismo de Pego destacó ayer que el asunto más llamativo de las deficiencias detectadas por los técnicos del ayuntamiento es el relativo al límite entre términos en el río Revolta, si bien el informe no llega a concretar la superficie de término pegolino que se vería invadido por la propuesta de Oliva. El linde, según entiende Pego, "tiene un recorrido diferente" al que grafía Oliva, señaló.

Asimismo, Ferrer aludió a otras deficiencias que atribuyó a posibles errores "de copia y pega". Y es que el documento remitido por el consistorio olivense alude, por ejemplo, a una zona de cultivos de secano en el Marjal donde, en realidad, se trabaja el arroz.

En el pleno, todos los partidos respaldaron el informe de los técnicos municipales para pedir al Ayuntamiento de Oliva que lleve a cabo las correcciones necesarias.

Así, por parte del Bloc, Àngel Sendra señaló que, además de alertar a Oliva de estas cuestiones técnicas, el documento debía servir para poner también de manifiesto ante Oliva que existen además "otras problemáticas de ruidos y de cableado de alta tensión que está proyectado y que no se contemplan" en el documento.

También el PSPV, socio de gobierno de Ciutadans de Pego, respaldó los informes.

La voz más crítica, por contra, fue la de la portavoz del PP, Maite Ferrándiz. Aunque también su grupo votó a favor del informe de alegaciones, la edil cuestionó la labor de los técnicos. En este sentido, hizo constar en el acta que "encontraba que los informes eran un poco breves cuando se está tratando algo tan importante como es el PGOU de un término limítrofe al nuestro" que incluye "determinadas cosas que nos afectan".