No hay tregua, ni visos de que se firme el armisticio, entre los Moros y Cristianos y la concejala de Fiestas del Ayuntamiento de Calp, Antonia Avargues (Els Verds). Y con ello, los desfiles del cuarto fin de semana de octubre podrían no llevarse a cabo por primera vez tras 33 años de celebración. La regidora se reafirmó ayer en su decisión de no ceder a las exigencias de la asociación festera, que reclama que la procesión del patrón, el Crist de la Suor, que cada año se celebra el 22 de octubre, se traslade al domingo 23 para que el sábado pueda desarrollarse el desfile de los Moros y Cristianos. El conflicto sigue abierto y ninguna de las partes se muestra optimista sobre la posibilidad de alcanzar una solución.

Por parte de los festeros, la junta general de la asociación, que reúne a los presidentes de cada filà, decició en la noche del martes anular los desfiles programados para las fiestas. El acuerdo, no obstante, no es definitivo, pues dos de las filades exigieron que la decisión se someta al parecer de la asamblea de socios. La junta general aceptó la petición y, por tanto, serán los alrededor de 700 miembros de la Asociación de Moros y Cristianos quienes decidan si hay o no desfiles este año. La asamblea, de hecho, se convocó ya ayer mismo para el viernes 16 de septiembre.

Mientras llega ese día en que debe producirse el desenlace definitivo, el ambiente es tenso entre Avargues y la Asociación de Moros y Cristianos. De hecho, el presidente de la entidad, Juan Estupiñá, se reunió ayer con el alcalde César Sánchez (PP) para tratar este asunto y buscar posibles soluciones, y no con la concejala de Fiestas.