Enraizada en el imaginario colectivo calpino, cuenta la leyenda que un 22 de octubre de 1744 una fuerza misteriosa atribuida al Crist de la Suor permitió a un vecino, Jerónico Ferrer "Caragol", cerrar las pesadas puertas del Portalet y evitar, así, que la villa cayera en manos de las tropas que desembarcaban de una flota procedente de Túnez. Eso hizo que el Crist de la Suor se convirtiera en patrón del municipio y se festeje cada 22 de octubre;, y esos espisodios se rememoran también en las fiestas de Moros y Cristianos que se celebran desde 1977. Ahora, una y otra tradición entran en conflicto, hasta el punto de que la Asociación de Moros y Cristianos de Calp advirtió ayer al ayuntamiento con suspender todos los actos públicos de las fiestas si el consistorio no accede a trasladar al domingo 23 la procesión del patrón, de modo que el sábado 22 pueda tener lugar, por la tarde, el desfile moro y cristiano.

No es la primera vez que los festeros sugieren al ayuntamiento un cambio en la programación. Cada 7 años, la festividad del patrón cae en sábado como este año, y eso obliga a trasladar al domingo los desfiles, para que no coincidan con la procesión del Crist que se desarrollan por la tarde.

Sin embargo, la petición de los festeros vuelve a topar con los planes del ayuntamiento. El asunto se trató ayer en junta de gobierno y, si bien hubo diversidad de opiniones, finalmente la concejala de Fiestas, Antonia Avargues, se mostró inflexible.

Posteriormente, en rueda de prensa, la concejala de Independientes-Los Verdes apeló a la "tradición" para no cambiar de fecha la procesión. La edila, que se había reunido previamente con los festeros, aseguró además que la Asociación de Moros y Cristianos le había trasladado que si finalmente la procesión permanecía inamovible en el calendario, estudiaría no celebrar ningún acto en las calles en las fiestas de octubre. Con ello, los Moros y Cristianos de 2011, tras 34 años, se vivirían sólo en la intimidad de las cábilas de las filades.

De hecho, la asociación se reunirá esta noche en una asamblea extraordinaria para estudiar esa posibilidad. No obstante, su presidente, Juan Estupiñá, prefirió ayer no adelantar acontecimientos. Sólo después de la asamblea, los Moros y Cristianos darán a conocer cuál es su decisión. Mientras tanto, señaló, "no queremos buscar ninguna polemica ni guerra con nadie".