Tras cuatro años para pintar el mural independentista, en apenas dos días unos desconocidos lo han convertido en una mancha irreconocible. El mural, que los colectivos Endavant, Maulets y Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans realizaron el sábado en una pared del aparcamiento de la Casa de Cultura de Pedreguer, amaneció ayer totalmente desfigurado. Ni rastro de los retratos de Juan Carlos I y Felipe V cabeza abajo. Quedaron tapados con pintura blanca. Y sobre el lema de "300 anys de ocupació; 300 anys de resistència" (el mural quería recordar la efeméride de la Guerra de Sucesión y la pérdida de Els Furs), aparecía otro de ideología radicalmente distinta. Quienes destrozaron el mural pintaron a modo de proclama un "¡Viva España y viva el Rey!".

Esta pared pública se ha convertido en foco de debate entre republicanos y monárquicos. Sin embargo, los primeros tenían autorización del pleno y estaban, por tanto, amparados por la ley. Y la réplica ha llegado como acto vandálico.

El mural tardó lo suyo en pintarse. Los grupos de la oposición, PSPV, Bloc y Aixa, hicieron valer en septiembre de 2007 su mayoría para autorizarlo. El PP votó en contra y el alcalde, Andrés Ferrer, llevó la intención de pintarlo a la Fiscalía por si había indicios de delito de injurias contra la Corona. Finalmente, la Audiencia Nacional ha abierto diligencias de investigación, pero, según parece, no sobre el mural en sí, sino sobre el acuerdo de pleno que lo permitía.

Desde los colectivos que realizaron esta obra reivindicativa, se lamentó ayer que las pintadas que lo han destrozado van en contra de la libertad de expresión. David Prats, de Endavant, avanzó que cuanto antes volverán a pintar el mural. Criticó que pocos metros más allá hay un monolito de homenaje a un alcalde franquista. "Y nadie dice nada. Pero parece que nosotros no podemos expresar nuestra opinión libremente".