El litoral de Dénia esconde innumerables tesoros arqueológicos. El buceador profesional Jean Castera ha descubierto casualmente junto al puerto dianense un pecio de época romana. El submarinista encontró los restos de una nave romana que se fue a pique y transportaba salsas de pescado procedente de factorías de salazones (llamadas en latín cetariae) béticas. El director del Museu Arqueològic de Dénia, Josep A. Gisbert, precisa en su informe arqueológico que en "la fábrica de salazón de San Nicolás de Algeciras, entre otras muchas, se ha constatado el uso de ánforas similares a las halladas en Dénia". Este tipo de ánforas se utilizaron entre finales del siglo II y principios del VI.

Al descubrir la concentración de ánforas, el submarinista grabó un video y lo llevó al museo de Dénia, que pidió al Centro de Arqueología Subacuática de la Generalitat asistencia técnica para investigar el yacimiento. El pasado 1 de junio se realizó una inmersión supervisada por la directora del Centro de Arqueología Subacuática, Asunción Fernández, y que contó con la colaboración de Carlos Monfort y del propio Jean Castera.

Del yacimiento se recuperaron 15 piezas del tipo Almagro 51c. De las ánforas quedaba su tercio superior, es decir, el cuello, borde y asas, pero también se extrajeron fragmentos de su cuerpo fusiforme o piriforme.

El director del museo destaca en su informe que estas ánforas proceden de alfares "generalmente emplazados en el entorno de las factorías de salazón". "Estos alfares se han localizado en la costa de Granada y Málaga, así como en el entorno de la bahía de Cádiz", explica Gisbert, que matiza que "el origen de estas ánforas no es sólo bético, sino también lusitano".

El precio romano se localiza en un contexto arqueológico "de riqueza excepcional", pero también en la zona marítima afectada por futuras ampliaciones del puerto de Dénia.