La Policía Local de Dénia recibió el lunes, a las 16 horas, la llamada de un residente de la urbanización Larimar, en la playa de les Marines, que alertaba de que sus vecinos habían abandonado a su hija de tres años de edad. Cuando llegaron a la urbanización, los agentes encontraron a la pequeña vagando con su perro por el jardín comunitario. Estaba desesperada y hambrienta. También presentaba falta de aseo personal y una delgadez que los policías interpretaron como un claro síntoma de desnutrición.

La pequeña les indicó que su casa estaba abierta (en concreto, la entrada que da al jardín de la urbanización). Los agentes se sorprendieron del estado de insalubridad del interior de la vivienda. La niña había permanecido horas y horas sola entre ropa sucia amontonada, desperdicios de comida, excrementos de perro y botellas de bebidas alcohólicas. También había comida de perro que, según el parte policial, la niña pudo llegar a ingerir para aplacar el hambre.

Los agentes decidieron hacerse cargo de la pequeña y la llevaron a un centro de salud para que la examinaran. En el vehículo policial, le ofrecieron galletas y un bocadillo que tenían para merendar. La niña estaba tan hambrienta que los devoró.

Tras atenderla los médicos y confirmar que, aparte de llevar muchas horas sin comer, estaba bien de salud, la Fiscalía de Menores ordenó que se la trasladara al Hogar Provincial de menores de Alicante. Los médicos también comprobaron que la niña es muy espabilada y no sufre aparentes daños psicológicos.

Mientras tanto, agentes de la Policía Nacional, que es el cuerpo que se ha hecho cargo de la investigación, trataron de localizar a su madre y al compañero sentimental de ésta. Alrededor de las 20.30 horas, detuvieron a su padrastro, de 40 años y de nacionalidad alemana. Lo arrestaron cuando regresó a la vivienda. Al parecer la madre, que tiene 37 años y es de nacionalidad letona, está fuera de España. La policía ha contactado ya con ella, que niega que su hija estuviera desatendida y que asegura que hoy mismo regresará a Dénia. Mientras, el juzgado de guardia de la capital de la Marina Alta instruye las diligencias por un presunto delito de abandono de una menor.

A cargo de su padrastro

La pequeña, que también tiene la nacionalidad letona, llevaba varios días a cargo de su padrastro, que se ausentaba de la vivienda durante horas y la dejaba sola. El lunes se marchó por la mañana y, según fuentes policiales, encargó a un amigo que fuera a la casa a recogerla, pero éste no se presentó.

Todo indica que al menos en los últimos días la niña no llevaba un régimen de comidas adecuado. Su padrastro le preparaba una o, como mucho, dos comidas al día. Y, cuando se quedaba sola, tampoco le dejaba muchos alimentos que pudiera tomar.

Ayer, en el sofá y la barra de cocina de la casa, quedaba algo de fruta, pero la mayoría estaba podrida. Sí llamaba más la atención las numerosas botellas de cerveza y alguna de whisky desperdigadas por el salón principal de la vivienda. Entre la suciedad, también había peluches y juguetes de la pequeña. En la terraza, había un recipiente con comida de perro que, según el parte policial, la niña pudo llegar a consumir.

El intendente jefe de la Policía Local de Dénia, José Martínez Espasa, manifestó ayer que, por el estado de aparente desnutrición y falta de higiene en el que los agentes encontraron a la pequeña, su madre y su padrastro debían acostumbrar a dejarla sola muy a menudo. "No es un problema de un día", indicó Martínez, quien apuntó que al menos el padrastro tiene antecedentes policiales.

"La menor estaba muy sucia y presentaba una delgadez evidente. Estaba sola en la casa con perros. Había excrementos y orines de perro y botellas de alcohol", relató el concejal de Seguridad de Dénia, Miguel Llobell, que reveló que la pequeña dio buena cuenta de la merienda de los agentes que la auxiliaron.