El fiasco de las obras de la variante de Benissa de la N-332 ya ha cumplido un año. En mayo de 2009, la adjudicataria del proyecto, el Grupo Begar (constructora del empresario José Luis Ulibarri, imputado en el caso Gürtel), paralizó los trabajos al entrar en concurso de acreedores. La mercantil ya había efectuado desmontes y movimientos de tierra. El trazado del desvío de la N-332 empezaba a tomar forma.

Pero, de la noche a la mañana, los obreros y las máquinas desaparecieron. Las obras quedaron abandonadas y ahora, un año después, la maleza vuelve a ganar terreno. La lluvia del invierno ha abierto torrenteras. Y los caminos de esta ladera norte de Benissa continúan cortados por unas obras en punto muerto.

Mientras tanto, el Ministerio de Fomento sigue sin contratar a una nueva empresa. Y si nadie sabe cuándo se podrán reiniciar los trabajos, mal está poner fecha para acabarlos.

Protesta vecinal

Así las cosas, los vecinos de Benissa han pasado de reivindicar durante años la construcción de una variante que elimine la actual travesía urbana de la N-332 a exigir que las obras se retomen cuanto antes. El Cibe-Bloc anunció ayer que su concejal Xavi Tro reclamará en el pleno de mañana una reunión de portavoces para preparar una protesta ciudadana y exigir "el inmediato inicio" de los trabajos.

En un pleno del pasado mes de marzo, todos los grupos aprobaron una moción que instaba al ministerio a readjudicar el proyecto. También entonces se solicitó a la Delegación de Gobierno que recibiera a una comisión integrada por el alcalde, Juan Bautista Roselló, del PP, y los portavoces. Esa comisión quería saber en qué punto se encontraba el expediente de la variante. Como no ha habido noticias de la variante, Cibe-Bloc aboga por "una medida más contundente". Esta coalición planteará al resto de grupos municipales convocar para el 29 de mayo una protesta ciudadana que podría consistir en cortar el tráfico en la travesía urbana de la N-332.