El director general del Agua, José María Benlliure, presentó ayer en el Verger un ambicioso plan para evitar que el río Girona se desborde y cause una riada tan devastadora como la de octubre de 2007. La primera actuación del Consell será sustituir los tres puentes sobre el Girona que todavía mantienen pilares.

Estos puentes son los de las calles del Forn y Lope de Vega, en el Verger, y el de la avenida Mestre Vicent, en els Poblets. Las nuevas pasarelas tendrán un único vano y, de este modo, no existirán obstáculos para el libre flujo del agua. Su construcción tiene un presupuesto de 1,2 millones. El portavoz de la Plataforma Ciudadana, Pere Cardona, planteó construir puentes levadizos, pero es una opción que la conselleria no contempla.

Otra actuación es recuperar un cauce ahora cegado de tres kilómetros que enlaza con el barranco de Portelles, que también se mejorará. Ese cauce, que se abrirá con una compuerta, servirá de aliviadero para laminar las crecidas del Girona. Estas obras tienen un coste de cinco millones de euros.