Al nuevo equipo de gobierno del Poble Nou de Benitatxell (Partido Popular y cinco tránsfugas del Pideb) también se le empieza a atragantar un PGOU que, incluso antes de aprobarse inicialmente, ya arrastra una historia convulsa. Hace ahora siete meses dimitió el entonces alcalde Juan Cardona, del Pideb, al estar imputado por cohecho. Supuestamente, pidió a un promotor 50.000 euros a cambio de mantener urbanizables sus terrenos en el nuevo Plan General.

Ahora, la actual alcaldesa, Josefa Ronda, del PP, y sus socios de gobierno (se afiliaron al PP tras dejar el Pideb) no se deciden a dar luz verde al PGOU pese a que, a principio de año, el documento se llevó ya dos veces a pleno para su aprobación provisional.

La posterior renuncia de Cardona y la polémica formación del nuevo gobierno dejaron el debate urbanístico en segundo plano. Sin embargo, ya han pasado siete meses y del Plan General no se ha vuelto a saber.

Así lo denunció ayer el portavoz del Bloc en el Poble Nou de Benitatxell, Josep Femenia, quien lamentó la falta de transparencia del gobierno local en todo lo referente al citado documento. Femenia recordó que el urbanismo es una función pública y criticó que el PGOU ni siquiera se ha debatido en la Agenda Local 21.

No obstante, el edil del Bloc también lamentó la inactividad de la Agenda Local pese a que su concejal responsable, Stephen Kidgell, tiene dedicación exclusiva.

Posible desfase

El portavoz del Bloc advirtió de que al Ayuntamiento de Benitatxell puede ocurrirle ahora lo que en septiembre de 2007, cuando tuvo que contratar por 120.000 euros nuevos estudios para adaptar el borrador del PGOU a la Ley Urbanística Valenciana. Ahora, la LUV, tras el crítico informe Auken de la Unión Europea, también se está revisando y, si el Consistorio se sigue durmiendo en los laureles, es probable que el nuevo Plan General se quede desfasado en cuanto a la normativa urbanística.

Es evidente, con todo, que la actual alcaldesa, quien desempeña también la Concejalía de Urbanismo, se encontró un asunto espinoso con el PGOU. Nada más asumir el cargo manifestó que su equipo de gobierno rebajaría el suelo urbanizable. También abogó por comparar el concierto previo y la propuesta de Plan General y rastrear qué cambios se habían introducido.

Por contra, el anterior alcalde, Juan Cardona, al dimitir, aseguró que el PGOU estaba listo para aprobarse inicialmente. La guerra interna con sus socios del Pideb dio al traste en dos plenos con esa aprobación. Cardona opinó entonces que "era absurdo" decir que el documento no se había estudiado a fondo.

Alegaciones

Cuando se apruebe en pleno el PGOU, también deben resolverse las 22 alegaciones que todavía quedan pendientes. La más llamativa es la del promotor Pedro Sánchez, que fue quien denunció que el entonces alcalde y también la primera teniente de alcalde, Hannelore Rheindorf, ahora en la oposición, le habían pedido 50.000 euros a cambio de mantener como urbanizables sus parcelas en el plan parcial Vista Montaña II. El Plan General, previsiblemente por un error, había calificado esos terrenos como no urbanizables de protección paisajística.