Hasta dieciséis mujeres ejercen a diario la prostitución en los arcenes de la carretera N-332 en el término municipal de Oliva en dirección al Verger. Vecinos y empresarios han denunciado el peligro que ello conlleva y que ha derivado, en el caso de Oliva, en un serio riesgo para la circulación y también para las meretrices.

En esta larga recta de la N-332 muchos son los conductores que han tenido que esquivar a quienes detienen sus vehículos para requerir los servicios de estas mujeres. Las paradas bruscas de los clientes se convierten en un verdadero peligro, ya que, en ocasiones, obligan a realizar maniobras evasivas e incluso a ocupar el carril contrario para evitar la colisión, con el riesgo de chocar de frente con otros vehículos.

También corren peligro las prostitutas dado que -en una de esas maniobras de los conductores- pueden ser víctimas de atropellos, lo que convierte a esta profesión en un alto riesgo dadas las velocidades que se alcanzan en esta recta a la salida de Oliva.

Lo que sucede en Oliva no es sólo patrimonio de esta ciudad, sino que cada vez se da más por toda la comarca y también se ha extendido ya a la Marina Alta. En concreto, hay mujeres que ejercen la prostitución en la carretera de Gata a Xàbia, en una cuneta cercana a la Font de la Rana, o en el tramo de la N-332 de la entrada a Calp.

En el caso de Ganíia, ocurre en el antiguo trazado de la N-332 en la zona de Les Palmeres. Hace años cuando todavía no se había instalado el alumbrado público, a una prostituta la atropellaron de noche y sobre su cuerpo pasaron hasta tres coches.

Ahora esta profesión al aire libre se extiende por las calles del Raval así como los laterales del futuro hospital comarcal. Y la presencia de la prostitución en carretera va en aumento, hasta el punto de comenzar a provocar los mismos peligros de Oliva en la carretera de Albaida en la curva existente frente a un conocido restaurante.