No duda en señalar el plan parcial del Saladar, con sus 2.200 viviendas e impulsado por el PP, como una de las posibles claves para que populares, Bloc y PSD firmen su salida de la Alcaldía. La de Calpe es la tercera moción de censura que vivirá la Marina Alta desde que comenzó la legislatura, tras Dénia y Benigembla. ¿Esperaba este final para su gobierno de progreso?

Evidentemente no. La confluencia de intenciones políticas para cambiar Calpe era muy grande entre el colectivo del Bloc y la agrupación socialista. Coincidíamos en el respeto al medio ambiente y el urbanismo sostenible. Nada hacía presagiar lo que ha ocurrido. El elemento que ha desvirtuado esa unión ha sido Ximo Tur (portavoz del Bloc y futuro alcalde), una persona que ha venido de fuera. Empezamos con ilusión, con un proyecto respaldado en las urnas. Creímos que Antonio Romera (el edil del PSD) era una persona que podía sumarse para aunar esfuerzos, pero desde el principio secundó las trabas y no cumplió con las responsabilidades que tenía delegadas.

¿El apoyo de Romera a la moción de censura puede obedecer a resentimiento hacia el PSPV?

Hay que ser muy rencoroso para formar parte ahora de esta maniobra. Pero el PSD también fue protagonista de la moción que le quitó al Bloc y al PSPV la alcaldía de Dénia, dándosela al PP. La estrategia de esta persona trasciende los límites locales y algún día se verá.

En pocas horas volverá a la oposición, ¿lo ha asumido?

Lo tenemos asumido casi desde el principio, porque la moción de censura no tiene una base de diálogo político. Se ha montado entre tres personas con intereses en que este Ayuntamiento vuelva al pasado, a la línea dura del PP y al miedo en la calle a políticos abusivos. Precisamente, todo lo que rechazaron los ciudadanos en las urnas.

¿Volvería a pactar con el Bloc y el PSD?

Con los partidos políticos volveríamos a firmar el pacto, pero con esas dos personas, que sólo piensan en los beneficios que les puedan reportar la política, no. En Calpe, la conexión de ideas entre el Bloc y el PSPV es lo suficientemente amplia para llevar adelante otro gobierno de progreso.

A la ex alcaldesa de Dénia, Paqui Viciano, le ha sorprendido su entereza política.

La tranquilidad no la voy a perder nunca. No me inquieta perder la Alcaldía y no me agarraré con uñas y dientes a un sillón. Vengo a trabajar por el proyecto participativo que han votado los calpinos. Hemos trabajado para sanear la hacienda pública, pagar las deudas del PP y desbloquear el centro salud o el cuarto colegio, entre otros proyectos.

Entidades relacionadas con la protección de les Salines comentaron a este diario que la actitud de Tur cambió al llegar al gobierno. ¿Qué pasará con el plan del Saladar?

El Plan Parcial 4 representa rodear de construcción el humedal de les Salines. Las negociaciones del ministerio con los propietarios están abiertas para comprar los terrenos. Propusimos una modificación urgente del Plan General para conseguir salvar la fachada marítima y el Saladar. Pretendimos bajar las alturas; esponjar el territorio para evitar las grandes torres de primera línea aprobadas por el PP. Cuando le presentamos las modificaciones a Tur, advirtió que no podía votar a favor porque perjudicaba a un cliente suyo. A las reuniones semanales sobre Urbanismo, Romera nunca vino y Tur se cansó a la segunda. Trabajamos en esta dirección antes de que se consiguiera el suministro eléctrico, que obligará a dar la licencia de las 2.200 viviendas de este plan parcial.

¿Por qué las facturas irregulares que dejó el PP, los sobrecostes y el caso Aguas de Calpe se han llevado ahora a la Sindicatura y a la Fiscalía y no antes?

Por el bloqueo continuado de Tur. Nos dejó atónitos cuando votó el recurso a la resolución de la Comisión de Precios que destapó la trama de Aguas de Calpe. Antonia Avargues y nosotros intentamos llevar las facturas a la Fiscalía pero Ximo Tur lo impidió. Además, no puede ser que el ex alcalde (Javier Morató, del PP) reconozca una recalificación para beneficiar a un propietario. A eso votaron "no" los ciudadanos. Han de depurarse las responsabilidades y Ximo Tur no tiene ahora problema para aliarse con una persona imputada por seis delitos (el edil del PP Juan Roselló) ni con quien ha cometido irregularidades serias muy sospechosas.

¿Admite algo de culpa en esta moción de censura?

Desde el punto de vista de estrategia política, quizá. Pero aquí hay una maniobra personal de Romera y Tur. Les interesaba que las cosas fueran mal para tener una excusa y desacreditar las gestiones. Si en algún momento hemos dañado los intereses de los ciudadanos, ¿por qué no se presentó entonces la moción? La moción se fraguó a espaldas de los colectivos y luego se les intentó convencer. Puede que la comunicación no haya sido muy fluida, pero no se ha escondido nada y se les ha invitado a participar siempre. Lo volvería a hacer todo igual.

Puede pensarse que ha habido favoritismo con los socialistas.

En absoluto. A los portavoces del Bloc y PSD se les ha considerado más socios que incluso a otros ediles. Porque con Tur había una gran complicidad en la oposición para marcar la estrategia política; valía una palabra para hilvanar todo un discurso contra la gestión del PP de la que fuimos muy críticos. Antonio Romera ha sido más frío y calculador. Ha quedado más que patente su interés personal en política. Con Antonia Avargues (Bloc) también hubo una empatía en la oposición.

¿Por qué no quisieron nunca hacer públicas las desavenencias en el pacto?

Las amenazas de Tur eran a puerta cerrada y ahora lo hemos pagado. Nuestra premisa era salvar el pacto de progreso como fuera, porque podíamos dar un cambio político y de perspectiva al futuro de Calpe. Nos ha costado más de 12 años de lucha desbancar al PP. Nos dábamos un tiempo para intentar hacerle entrar en razón. Él no dio ningún paso para reconducir la situación.

¿No se plantearon un gobierno en minoría exento de alianzas?

De alguna manera estábamos gobernando en minoría desde casi el principio. Ximo Tur se ha puesto más de parte del PP en los plenos que de sus propios socios de gobierno. Intentamos consensos en juntas de portavoces, pero Tur no desvelaba su voto. Eso no se puede consentir entre socios.

¿Por qué cree que sus ya ex socios han dado el paso de pactar con el PP la moción de censura?

Ellos sabrán por qué quieren cortar esta brillante carrera y los logros conseguidos en un año, pese a que tuvimos las inundaciones de por medio. Lo que hemos logrado no lo hizo el PP en 12 años. Tenemos un compromiso de inversión para la ciudad de 61 millones.

¿Cree que con la moción de censura el PSPV crecerá en votos en las próximas elecciones?

Dirigentes del Bloc y del PP me han confesado que la moción es un error e incitará una mayoría absoluta socialista en las próximas elecciones. Pero esto es una quiniela. El caso es que ahora se ha traicionado la voluntad de los ciudadanos. En el pasado mandato, en Calpe todos tenían miedo al PP. Yo sólo les pido a los ciudadanos que planten cara al miedo y que no les robe su futuro.

¿Le quedan fuerzas para afrontar el liderazgo desde la oposición?

Trabajaremos en un lado o en el otro. Defenderemos el plan comercial, la fachada marítima y salvar los espacios naturales. Abogaremos por dar una perspectiva turística nueva y por garantizar los servicios sociales que el PP no tenía ni en la cartera. Estuvimos cerca del milagro y les pido a los ciudadanos un esfuerzo para conseguir una mayoría y que ningún individuo de éstos pueda desvanecer un proyecto tan bonito para Calpe.