El Meridiano viajó a Barcelona sin ninguna convicción en la victoria y con la mente puesta en el trascendental duelo del próximo sábado en Valladolid. Parecía que el partido en el Palau era únicamente un paréntesis en la Liga. Con esas premisas, sólo un milagro hubiera modificado el guión previsto. El conjunto catalán aplastó a un inocente Meridiano que cierra la primera vuelta de la competición sin conocer el triunfo lejos del Centro de Tecnificación. Fue humillado por el mejor Barça de los últimos años y candidato a ganar esta temporada todas las competiciones.

Sólo el 6-9 inicial dio pie a pensar que el equipo de Quintana iba a oponer algún tipo de resistencia. Mero espejismo. Tras la canasta de Andriuskevicius, el Barça endosó un parcial de 23-0 en el primer cuarto que dejó el partido sentenciado por la vía rápida. Basile permanecía escondido hasta que en el último cuarto anotó 6 triples consecutivos -firmó un total de 8- para empequeñecer todavía más a los jugadores del Meridiano que recibieron una de las derrotas más duras de su historia. El escolta italiano anotó su primera canasta en el minuto 26 y metió 26 puntos con una serie de 8 de 11 en triples. Increíble actuación la del jugador del Barça ante la mirada incrédula de los lucentinos, deseosos de que acabara aquel calvario. Un enorme parcial de 35-16 finiquitó el monólogo azulgrana. Fin a la primera vuelta y sin más dilación se abre la segunda a domicilio en Valladolid (sábado, 19 horas) en un duelo directo que puede marcar el grado de sufrimiento necesario para conseguir la permanencia.

No necesitó el Barcelona más de 10 segundos para conseguir la primera canasta del encuentro. Tampoco esperó mucho Ricky Rubio para exhibir su desorbitada calidad (13 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias). Enfrente, el Meridiano parecía plantear un partido serio, pero se paró en 9 puntos a los cuatro minutos. Ya no volvió a anotar en todo el cuarto. El Barcelona sí lo hizo con un mágico Navarro imposible de defender (11 puntos en 10 minutos). Un parcial de 23-0 resume el argumento. Literalmente, el conjunto catalán quitaba el balón de las manos a los jugadores del Meridiano, paralizados ante semejante avalancha.

Reacción

El equipo de Quintana fue otro en el segundo cuarto. Liderado por Katelynas y por una buena defensa en zona (muy bien Hill), el Meridiano se acerca hasta los 12 puntos de diferencia (39-27) tras un mate de Rejón. Todo un éxito después del mal inicio de los alicantinos. Pete Mickeal toma la batuta y el Palau vive un intercambio de canastas para llegar al descanso con la derrota asegurada pero honrosa hasta ese momento (52-31).

No varió mucho la dinámica tras el paso por los vestuarios. Hill comenzó con un triple y una canasta tras un robo. Muy bien el americano aunque quizás debiera dosificar sus momentos de calidad para encuentros más trascendentales.

Avdalovic también tuvo sus buenos minutos pero enseguida Basile, que se vio favorecido por la lesión de Navarro, inició el recital que acabó con las esperanzas del Meridiano de acabar con un marcador, cuanto menos, decente. Dos triples del italiano antes del último cuarto hicieron de teloneros.

Y así, el definitivo acto, convertido en un suplicio para los alicantinos, tuvo en Basile al gran protagonista. Seis triples consecutivos que pesaron como auténticas losas en la línea de flotación del Meridiano. Lo positivo, ya pasó la visita al Palau Blugrana donde será difícil ver ganar a otro equipo que no sea el Barça.

BARCELONA 114: Ricky (13), Navarro (15), Ndong (4), Lorbek (10) , Mickeal (18), Basile (26), Trías (7), Vázquez (6), Morris (2), Sada (3), Grimau (10)

MERIDIANO 72: Llompart (5), Cazorla, Andriuskevicius (6), Austin (5) , Stojic (6), Rejón (2), Avdalovic (9), Hill (12), García, Katelynas (13), Urtasun (14)

PARCIALES: 29-9, 23-22, 27-25 y 35-16

ÁRBITROS: Amorós, Araña y Muñoz.

PABELLÓN: Palau Blaugrana. 4.500 espectadores.