­Los cuarenta alumnos de 2 y 3 años de las clases Los Elefantes y Las Abejas de la escuela infantil El Parque de Sax han conseguido aprender y divertirse, al mismo tiempo, descubriendo algunos de los oficios que les han acercado a las aulas sus papás y mamás dentro del ciclo organizado por las tutoras Sabina Aroca y Rosalía Sanjuán. En el taller de peluquería y maquillaje los pequeños se lo pasaron en grande peinándose, acicalándose, aplicándose cremas y poniéndose guapos porque son muy presumidos. En el de fisioterapia salieron como nuevos con tanto masaje y vendaje. También aprendieron canciones en inglés, probaron las ricas lechugas y habas que ellos mismos han plantado en el taller de agricultura del cole e, incluso, realizaron una carrera de cross, con sus correspondientes dorsales, donde ninguno se quedó sin subir a lo más alto del podium y sin lograr su merecida medalla. Y todas eran de oro, por supuesto, porque todos son unos campeones. Al día siguiente, para relajarse de tanto ajetreo se fueron de bares y se tomaron un variado aperitivo sirviéndose ellos mismos las mesas, anotando los pedidos y, como no podía ser de otra manera, pidiendo la cuenta porque todos querían pagar para contar las monedas, meterlas en la caja registradora y pedir el cambio.

Con el taller de pescadería disfrutaron como gambas. Vendieron y compraron bacalao y pulpo, tocaron el pescado fresco -los hubo que incluso probaron el hielo- y se quedaron alucinados viendo todo lo que una caballa tiene dentro. Y antes de recibir la divertida visita de los bomberos, que eso de subirse al camión y tocar la sirena mola mucho, se adentraron en el vertiginoso mundo de la prensa y realizaron un taller de periodismo con el diario INFORMACIÓN. Vieron las fotos y las palabras y aprendiendo a poner sus nombres en el ordenador para, en un futuro cercano, firmar sus crónicas aventureras de tesoros y dragones.

Las tutoras Sabina Aroca y Rosalía Sanjuán han sido las responsables del proyecto de los oficios y para ellas no cabe ninguna duda de que, una vez más, se demuestra que la mejor manera de tener un aprendizaje «contextualizado y globalizador» es experimentando y jugando con las cosas reales del entorno. En esta ocasión, como en otras muchas, se ha contado con la «entusiasta y creativa» colaboración de los padres y madres de alumnos de El Parque a los cuales ambas han querido agradecer enormemente sus aportaciones. Unas aportaciones que motivan a los niños, les abren nuevos mundos, amplían sus perspectivas, les enseñan muchas cosas y les suben la autoestima porque se sienten muy queridos y muy importantes. Y es que realmente lo son.