"Durante nuestra reunión una vez más subrayé que Rusia está categóricamente en contra de la declaración unilateral de la independencia de Kosovo", aseguró Putin tras reunirse con Tadic en el Kremlin, según las agencias rusas.

Putin añadió que esa proclamación "supondría un grave perjuicio para todo el sistema de derecho internacional y acarrearía consecuencias negativas tanto para los Balcanes como para la estabilidad de otras regiones del mundo".

Previamente, Tadic agradeció a Putin el apoyo de Rusia en relación a Kosovo, ya que el Kremlin se ha opuesto desde el principio a la independencia de esa región sin el beneplácito de Belgrado.

"Sin esa postura rusa, a Serbia le sería muy difícil defender sus intereses en Kosovo", dijo.

El líder serbio también aseguró que su país "defiende de manera consecuente sus intereses en Kosovo apelando al derecho internacional".

"Nunca haremos las cosas de otra forma", añadió.

Por su parte, el primer ministro serbio, Vojislac Kostunica, aseguró que Serbia se ve amenazada tanto por la declaración unilateral de la independencia de Kosovo como por "el reconocimiento de esa independencia ilegal por una serie de países".

"Al respecto, especialmente peligrosas son las acciones de la Unión Europea. Hablamos del envío de una misión civil a Kosovo", dijo.

Kostunica aseguró que eso suponía "una violación directa de la resolución del Consejo de Seguridad y eso es más que una declaración unilateral de independencia, es la participación sin precedentes en la creación de un estado ilegal e ilegítimo".

Además, describió como "muy importante" el hecho de que Rusia "siempre haya reconocido las actuales fronteras serbias con Kosovo como parte integrante" del país.

El Kremlin ha abogado desde un principio por una solución negociada al problema de Kosovo, al tiempo que ha criticado a Occidente de intentar allanar el camino para una declaración unilateral de independencia de Kosovo al margen de la ONU.

El propio Putin ha insistido en los últimos meses en la vigencia de la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU, que reconoce a Kosovo como parte integrante de Serbia.

El primer ministro kosovar, Hashim Thaçi, aseguró la víspera en Bruselas que la independencia de Kosovo era "cuestión de días".