Irak registró ayer una de las jornadas más sangrientas de las últimas semanas, cuando el número de acciones violentas se mantuvo particularmente bajo.

Ayer, sin embargo, fueron dos los atentados, que dejaron un balance de 20 fallecidos. En el más trágico, al menos 13 personas murieron y otras 57 resultaron heridas por el estallido de un artefacto explosivo en un mercado de animales domésticos en el centro de Bagdad, según fuentes policiales iraquíes.

Un desconocido colocó a primeras horas de la mañana el artefacto explosivo en el mercado y se dio a la fuga, agregaron las fuentes. Entre los heridos figuran cinco policías que se encontraban entre el gentío

En el segundo atentado, un coche bomba conducido por un suicida mató a siete personas y dejó a veinte más heridas en un barrio del sureste de Mosul.

El suicida hizo estallar su vehículo contra una patrulla policial que pasaba por el barrio de Al Mizaqui poco después del mediodía, según las fuentes. Sólo dos de los muertos son policías

Mosul, capital de la provincia de Nínive, es una de las plazas fuertes de la insurgencia suní, que hostiga a los Ejércitos de Estados Unidos e Irak