El Parlamento libanés no logró reunir el quórum suficiente para elegir a un nuevo presidente y desaprovechó así la última oportunidad para nombrar al sucesor de Emile Lahud, cuya posición es ahora incierta. Lahud puso ayer por la noche la seguridad del país en manos del Ejército libanés. En un comunicado emitido por la Presidencia, el último de la era de Lahud (1999-2007);, éste señala que la policía y todas las fuerzas de seguridad estarán a partir de ahora bajo mando del Ejército mientras no se encuentre una salida institucional.

Una nota de la oficina del presidente de la Cámara, Nabih Berri aseguraba que decidió el aplazamiento al próximo viernes 30 para «permitir consultas adicionales que permitan un consenso para la elección del presidente».

La constitución libanesa prevé que el presidente, que debe pertenecer a la comunidad cristiano-maronita, sea elegido entre el 25 de septiembre y el 24 de noviembre. Hasta ahora no ha podido lograrse ningún acuerdo entre la mayoría y la oposición - en su gran parte, de orientación prosiria - , pese a las tentativas conciliadoras de líderes locales y regionales y de la comunidad internacional, en especial por los ministros de Exteriores de España, Francia e Italia, que visitaron el jueves el país.

«El gobierno llenará el vacío constitucional. No es una solución sana, aunque (pueda servir como arreglo); temporal según un acuerdo tácito entre todas las partes», dijo un diputado de la mayoría en el Parlamento, donde reinaba la confusión y el nerviosismo antes de la votación.

Los diputados de la oposición, como en ocasiones anteriores, no entraron en el hemiciclo para votar, por lo que no se completó el quórum.